El Garabato del Torreón
Primum animalia, deinde homines
El Concello de Lugo atiende al 'requiescat in pace' del caniche y al rito funeral del tímido jilguero, pero aplaza sine die la colocación de un simple monolito que perpetúe la memoria de tantos muertos como, en los terribles años de la Guerra Civil
Instalaciones de 'El Parque', el primer cementerio público de animales de compañía de España
El Concello de Lugo va a inaugurar, de un momento a otro, el primer cementerio de Galicia para gatitos, perritos, conejitos, canaritos y hamsteritos. Una maravilla. Promediaba el verano y dos espabilados munícipes del BNG presentaban -con cartel y puntero, como los antiguos cantares ... de ciego- la deslumbrante novedad. Ofrecían detalles al pormenor: incinerador, campa de sepulturas, camino de lágrimas, capilla multiconfesional, salas de pésame, servicio de tanatopraxia (incluído rasurado perineal), floristería y equipo de psicólogos para atender los posibles soponcios de familiares y allegados.
Me parece que una concejala se propone añadir al proyecto una adenda para pececitos, y un concejal está dispuesto a que los servicios fúnebres se hagan extensivos a las tenias intestinales (vulgo, lombrices culeras). «Me han acompañado toda la vida», arguye entre sollozos.
El Concello atiende, pues, al 'requiescat in pace' del caniche y al rito funeral del tímido jilguero entre doradas rejas enjaulado, pero aplaza sine die la colocación de un simple monolito que perpetúe la memoria de tantos muertos como, en los terribles años de la Guerra Civil, no tuvieron más sepultura que las cunetas ni más honras que el sadismo iracundo de sus verdugos. Fueron los «muertos sin sepultura», ellos poblaron los «grandes cementerios bajo la luna», que diría Bernanos.
Varias veces, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica solicitó permiso para la colocación de un sencillo monolito en la necrópolis de San Froilán y tantas otras se lo denegaron por el procedimiento más cobarde, que es el del silencio. «Recuérdalo tú y recuérdalo a otros», escribió Cernuda.
El Concello de Lugo está a favor de la amnesia. Nosotros, no. Pero quizá pueda explicarlo Freud.