Bofetadas a los lucenses

Esta situación, que relega a los lucenses a la condición de ciudadanos de tercera, ha empeorado notablemente desde que el ministro Puente, ese insolente lenguaraz, se ha puesto al frente del departamento. El balance de su gestión se resume así: no hay día sin catástrofe. Puente debe ser el ministro de Transportes más incompetente desde los tiempos de Roca de Togores, que lo fue cuando Isabel II.

Pues bien, a este pollo, que tiene a gala despreciar a los lucenses, una llamada Federación de Veciños 'Lucus Augusti' acaba de rendirle homenaje adulatorio entregándole no sé qué galardón lame-rectal. El disparate tiene explicación. Ahí va: resulta que la tal federación es uno de los tinglados con los que el PSOE trata de asomar la cabeza en una ciudad que lo ha relegado a tercera fuerza política.

El urdidor del timo vecinal intentó, durante varios años, que alguien tuviese la caridad de colarlo en una lista del PP. Pero como es de los que quitan más que dan lo despacharon al modo ribadense: «Estate por ahí, que xa te chamarei». Y esperando lo tuvieron hasta que el hombre se aburrió y fue a vender el alijo a los del PSOE local, que es gente a la que todo le vale y, si viene al caso, es capaz de encabezar una lista con Jack el Destripador. De momento, para la tal federación al servicio del PSOE el ministro más despejado es don Óscar Puente Santiago. Cualquier día nombran socio de honor a Tarsicín, aquel que fue el único participante en una carrera y llegó segundo. Y eso es todo.