Altri o las contradicciones

Le gustaría a uno, no obstante, que alguien tuviese la caridad de explicarle por qué quien antes más jaleaba a favor es ahora quien más vocifera en contra. Porque se da el caso de que, allá por el 2021, recuerda el cronista ver al BNG saltar de contento ante la perspectiva de que Altri aposentase sus reales en la provincia de Lugo. El alcalde de mi pueblo (del Bloque por mayoría aplastante) envió una carta a la empresa portuguesa ofreciéndole terrenos para asentarse y alfombra roja hasta llegar a ellos.

Son esos inopinados cambios de criterio lo que a algunos nos tienen confusos, sin saber si a lo que hoy dicen blanco mañana dirán negro. Y si a lo que ahora llaman paraíso llamarán mañana infierno. Algunos estamos como un poco hartos de tantos años de trasacordo y reacomodo. Las diputaciones, que eran una redundancia inútil y gravosa, son ahora la gracia salvífica de las provincias. A Alúmina, que iba a aniquilar A Mariña con sus emanaciones de flúor, que no nos la cierren, por favor. La autopista del Atlántico, contra la que alzamos voces y pancartas, ahora que pase a la buchaca de las transferencias.

Ya sabemos que los partidos, como las gentes que los rellenan, no son inamovibles sino más bien veleidosos. Y tampoco ignoramos que la coherencia cotiza a la baja. Pero que se expliquen. Que nos lo expliquen.