La alerta desescala en Orense mientras suben a cuatro los incendios activos, con uno más en Lugo
El concello lucense de Pobra do Brollón continúa en Situación 2 de emergencia por la proximidad de las llamas. Otros dos siguen sin controlarse en la provincia orensana
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SANTIAGO
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Iniciar sesiónGalicia sigue haciendo frente a los incendios que abrasan sus bosques. Después de que el lunes se lograse estabilizar en Orense el segundo fuego más grande de la historia gallega, este martes la Xunta ha desactivado la Situación 2 de alerta en la provincia ... orensana. Pero permanecen activos cuatro incendios en la Comunidad, después de que también el martes se originase otro foco en A Fonsagrada (Lugo). Se suma al que sigue activo, desde el lunes, en A Proba do Brollón (Lugo) -localidad que se mantiene en Situación 2-, que calcina ya 800 hectáreas; y a otros dos localizados en la provincia de Orense.
Según datos la Consellería do Medio Rural, el último foco en detectarse se originó en la parroquia lucense de San Pedro de Río, alrededor de la 1.50 de la madrugada de este martes, y a las 9.00 ya afectaba a una superficie cercana a las 20 hectáreas. En el momento del cierre de esta edición se desconocían las razones del origen de este fuego, cercano a la localidad de Aguiar, el núcleo habitado más próximo. Según su alcalde, Carlos López, cuenta con la ventaja añadida de que está limpio de maleza a su alrededor, «por lo que en caso de que se acercaran las llamas serían más fáciles de contener», aunque «lo que no está ayudando es el tiempo, ya que hace mucho calor y se ha levantado esta tarde (por la del martes) el viento, lo que puede dificultar mucho más las labores de extinción». En sofocarlo trabajan cuatro agentes, diez brigadas, diez motobombas, una pala, dos helicópteros y dos aviones, además de un gran número de vecinos y medios municipales.
Mientras tanto, la Situación 2 que fue declarada en A Pobra do Brollón en la tarde del lunes permanece vigente debido a la proximidad de las llamas –que abrasaban el martes unas 800 hectáreas– a los núcleos urbanos de Golmar, en el mismo municipio; Conceado, y San Pedro, en Quiroga. De los otros dos focos activos, ambos en Orense, uno asuela el municipio de Avión, más concretamente a la parroquia de Nieva, y se estima que lleva quemadas unas 150 hectáreas. El otro es el de Carballeda de Valdeorras, que ya calcinó unas 4.700 hectáreas. La zona más adolecida por este incendio es la parroquia de Casaio, y también afecta a las montañas de Trevinca. El incendio se inició el pasado 14 de agosto en Zamora y acabó cruzando la frontera gallega al propagarse.
Por otro lado, durante la noche del lunes al martesse declararon extinguidos cuatro incendios, tres de ellos en Orense: los de Vilardevós, parroquia de Moialde (1.102 hectáreas); Riós, parroquias de Fumaces y A Trepa (130,63 hectáreas); y el de Riós, parroquia de Trasestrada (33,52 hectáreas). El otro fuego apagado fue el de Vilaboa, parroquia de Santa Cristina de Cobres, Pontevedra. Iniciado el pasado jueves, quemó unas 72 hectáreas y obligó a decretar la alerta por proximidad a viviendas del núcleo de Vilar.
Y se consideraban estabilizados los incendios de Chandrexa de Queixa y Vilariño de Conso (19.000 hectáreas), segundo más grande la historia de Galicia; y Larouco, en la parroquia de Seadur (30.000 hectáreas), el mayor de la serie histórica; así como los de Oímbra y Xinzo de Limia, en las parroquias de A Granxa y Gudín (17.000 hectáreas); A Mezquita, en la parroquia de A Esculqueira (10.000 hectáreas); Carballeda de Avia y Beade (4.000 hectáreas), y Vilardevós, en la parroquia de Vilar de Cervos (900 hectáreas). Finalmente, quedaban controlados otros tres incendios: Maceda, en las parroquias de Santiso y Castro de Escuadro (3.500 hectáreas); Montederramo, parroquia de Paredes (120 hectáreas), y Carballedo, parroquia de A Cova (100 hectáreas).
Verano negro
La superficie arrasada por las llamas en lo que va de verano roza las 96.000 hectáreas, con especial voracidad en la provincia de Orense, que en cuestión de semanas registró los tres mayores incendios de la historia de la Comunidad –los originados en Larouco, Oímbra y Chandrexa–. En Galicia, el impacto en área no había sido tan grave desde 2006, cuando un informe efectuado y publicado por el Gobierno cifraba las hectáreas quemadas en 95.947, según recogió Europa Press.
Pese a todo, la lucha para contener y sofocar las llamas sigue avanzando y el presidente gallego, Alfonso Rueda, ha considerado este martes al anunciar la desactivación de la situación 2 de alerta en Orense que, «afortunadamente, sin bajar la guardia, las cosas mejoraron». La alerta, explicó, se había decretado ante las «previsiones de lo que estaba por venir» y como una «decisión excepcional», teniendo en cuenta el «coste que suponía». «Creo que fue una decisión acertada y que permitió hacer todas las cosas que había que hacer y tomar todas las decisiones que se tomaron (...). La temporada de incendios, por desgracia, no terminó. Esperemos que la meteorología nos dé una pequeña tregua, pero sabemos todavía que quedan muchos días complicados», terció el máximo mandatario gallego.
Rueda aseveró que «de estos días sacamos experiencias todos, no solo las administraciones», sino que «los ciudadanos también», e instó a que, «si llega una situación como esta otra vez, nos coja aún mejor preparados». En ese sentido, y «con la perspectiva de hacer las cosas con un poco más de tiempo», avanzó que la Xunta se centrará en «analizar todo aquello que se pueda mejorar» en materia de ordenación, prevención y refuerzo de los servicios de extinción. Y aplaudió que estos profesionales estén desempeñando una labor «a la altura de una situación muy complicada».
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En cualquier caso, el presidente gallego terminó incidiendo en la necesidad de «adaptar» los métodos y medios de extinción a lo que considera un «nuevo tipo de incendios», en cuanto a su «virulencia», su «velocidad de desplazamiento» y su «imprevisibilidad». «Hay gente que lleva mucho tiempo ya estudiando, y seguiremos estudiando, estos incendios, y espero que eso se traslade a los métodos y a los medios de extinción para ser cuanto más eficaces, mejor», concluyó.
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