Galicia se consolida como centro logístico y distribuidor de heroína

Esto preocupa a los investigadores, hasta el punto la Fiscalía General del Estado (FGE) así lo resalta en su memoria anual, presentada ayer, dentro de los «aspectos más relevantes» del capítulo dedicado al tráfico de drogas. «Galicia, además de ser una zona que mantiene una importante actividad de tráfico de cocaína, parece ser un centro 'logístico' de distribución de heroína», recoge este balance que la Fiscalía ha hecho del ejercicio 2021.

Los narcotraficantes, según esta modalidad en auge, introducen la heroína por carretera desde Holanda, y utilizarían Galicia como una especie de centro redistribuidor de esta sustancia, no solamente dentro de la Comunidad, sino también redirigiéndola hacia el sur de España —especialmente Andalucía— y Portugal. El país vecino es un gran importador de esta sustancia estupefaciente que redistribuyen los narcotraficantes asentados en la Comunidad. Producida en Asia, sobre todo en Afganistán, la heroína es trasladada por carretera a Holanda —el gran centro logístico de la droga a nivel mundial— y de ahí a Galicia.

Las rutas para la introducción de heroína son diferentes a las trazadas por el tráfico cocaína y el hachís —las tradicionales en Galicia—. Esto es así porque las sustancias se producen en latitudes bien distintas. La cocaína, que luego se transporta por vía marítima hacia Europa, se cultiva en América Latina, especialmente en Colombia, Ecuador y Perú; el hachís, en el norte de África, mientras que la heroína, como se ha dicho, especialmente en Afganistán. Pero pese a ser circuitos distintos, los investigadores constatan «la imbricación de las redes de distribución y consumo de cocaína y heroína». «Tanto las redes de importación como las de distribución última de cocaína y heroína se entrelazan, como lo hacen las nacionalidades combinadas de los investigados», recoge la memoria de la Fiscalía Especial Antidroga de Pontevedra, epicentro tradicional del narcotráfico en Galicia.

En los últimos tiempos diversas operaciones policiales han confirmado la interrelación entre el tráfico de cocaína y el de heroína, pese a que la primera llegue por vía marítima y la segunda por carretera, y a que tengan procedencias geográficas tan distintas. Por ejemplo, una gran operación policial en las Rías Baixas, tutelada por el Juzgado de Instrucción número 1 de Cambados, constató que los investigados, al menos entre enero de 2020 y abril de 2021, «venían desarrollando una actividad sostenida de acopio y comercialización de sustancias estupefacientes, tanto cocaína como heroína».

En esa investigación, en la que colaboraron agentes de la Policía Nacional —UDYCO y GRECO—y de la Guardia Civil —ECO y EDOA—, se incautaron el 12 de octubre de 2020 un total de 3,8 kilos de heroína, con un valor ilícito en el mercado cercano a los 150.000 euros. Pero los agentes constataron que los investigados estaban preparándose para importar un cargamento de hasta 80 kilos de heroína.

Para la Fiscalía, lo relevante de esa investigación ha sido comprobar que los investigados —unos turcos y otros gallegos—estaban comprometidos desde hacía años en la introducción de sucesivas partidas de heroína en la Comunidad. Pero también que otros implicados, de nacionalidad colombiana, al tiempo que preparaban la exportación de cocaína desde Latinoamérica, trabajaban en la distribución de heroína. «Una causa más, pues, que ejemplifica la globalización e interrelación de las redes de narcotráfico», concluye el Ministerio Público en su memoria anual. Y un apunte más que confirma los grandes medios técnicos de los que disponen algunas de estas redes: los investigados disponían de unas tarjetas telefónicas especialmente diseñadas para, además de distorsionar la voz de los interlocutores, dificultar la identificación de las mencionadas tarjetas usando centralitas virtuales de comunicación.

A lo largo de 2021 ha habido otras investigaciones en las que, pese a las cantidades decomisadas fuesen menores, se percibe también esa «imbricación de las redes de distribución y consumo de cocaína y heroína» a las que alude la Fiscalía en su última memoria. Su interrelación es evidente en el mercado mayorista —los grandes narcos— pero también en la venta al por menor. Así, en el poblado pontevedrés de O Vao, histórico centro de menudeo, es habitual la venta combinada de cocaína y heroína a drogodependientes que la consumen conjuntamente —hasta tienen puntos habilitados para el consumo con bancos corridos y papel de aluminio preparado—. Así pues, el balance anual de la Fiscalía confirma una tendencia de aumento del tráfico y consumo de heroína, que, si bien empezó a advertirse hacia 2010, se ha acrecentado a lo largo del último lustro.