Un festival de cine recorrerá 10 concellos rurales en 10 días

La caravana empieza a rodar el día 1 de julio. Su primera parada es el municipio de Trabada; y el 10 termina en Beariz. Entretanto, visita, por orden, Cervantes, Quiroga, Rubiá, A Fonsagrada, Monterrei, Clavos de Randín, Maside y Carballeda de Avia.

«Uno de los objetivos es llevar el cine a la mayor gente posible, pero no solo en número, sino también tratamos de abarcar el mayor rango de edad posible». Para ello, en Cinema Circulante, además de las propias proyecciones de cortometrajes, han diseñado actividades para niños y mayores. Los pequeños harán un taller en el que se convertirán en cineastas: de la mano de los directores Ángel Sala y Noemi Chantada escribirán y rodarán sus propios cortos. Para la población más mayor se presentará un circuito con cortos centrados en la memoria y la vida rural: «Es una forma de hablar de las propias experiencias a través de estas historias».

Los cortometrajes que se exhibirán en esta sección del festival son 'Matria', de Álvaro Gago, que dio pie al largometraje homónimo del que todo el mundo habla; 'O carro e o home' (1945), de Antonio Fernández Román; y 'As vacas de Wisconsin' (2016), de la cineasta Sara Traba. Estas obras tienen estrecha relación con las que se proyectan en la sección posterior al concierto (de Gure Terra). La parte del cine en la calle gira en torno al corto 'Rompente', de Eloy Domínguez Serén; 'Eintein-Ronsen', de Olga Osorio, y las películas 'Xoves de comadres' y 'Así vendrá la noche', de los directores Chantada y Santos, que además de llevar la batuta de todo este festival estarán presentando sus cortometrajes.

Algunas de estas historias, como 'Matria' y 'Rompente' suceden a muchos kilómetros de estos concellos. Son historias de mar, pero no por ello menos adecuadas. «Son visiones alejadas del rural de campo, pero las historias que cuentan son universales y de fácil identificación». De gente humilde que lucha cada día por salir adelante. Y eso pasa tanto en el campo como en la costa.

Que las piezas presentadas sean cortometrajes tampoco es casualidad. Desde Cinema Circulante apuestan por el formato corto porque es un género de difícil acceso en nuestra comunidad. Si en las ciudades es difícil encontrar salas que dediquen tiempo de su programación a este tipo de cine, en el rural la tarea se vuelve imposible. «El mundo de los cortos está muy marginado», concluye Lores. Desde norte Catro Cinema ya se habían propuesto otros años llevar iniciativas cinematográficas al rural, pero este es uno de los proyectos más ambiciosos. Esta caravana itinerante parte este 2023, pero aseguran desde la productora de que la idea es repetir Cinema Cirulante cada verano. «Llevaremos el cine allí donde no llega de otra forma. No hay existencia de salas en el rural, está todo concentrado en los núcleos urbanos», explica. Uno de los principios, dice Lores, es precisamente «democratizar la cultura y acercarla a todo el mundo».