Crónicas atlánticas
La estrategia del avestruz
En el mundo real las cosas no son blancas o negras y las soluciones deben de ser equilibradas
¿Qué es más importante, la opinión que nos hemos formado hablando con la gente en la calle o lo que dice la doctrina izquierdista del momento? Un dilema de ese tipo debe de tener a día de hoy la alcaldesa de Santiago. La proliferación ... de pisos turísticos genera ingresos extra a muchos propietarios. Están en su derecho y ejercen una actividad totalmente legal, pero no exenta de polémica porque empeora el problema de la escasez de vivienda en las ciudades. Apenas hay pisos, y los que hay…a precio de pazo. En el mundo real las cosas no son blancas o negras, todo tiene sus pros y sus contras y las soluciones deben de ser equilibradas.
El BNG está muy a gusto con los postulados «antiturismo» que inauguró en Barcelona Ada Colau y que pretenden limitar al máximo el derecho del propietario a alquilar su vivienda a visitantes, pero a la vez la regidora gallega sabe que esa turismofobia explica la derrota de su predecesor del PSOE. 1.000 viviendas de uso turístico ilegalizadas y con ello 1.000 familias enfadadas. Seguramente Goretti Sanmartín quiera flexibilizar la normativa de máximos que heredó- hay quien dice que en campaña prometió en reuniones con los afectados arreglar la desfeita- pero no está dispuesta a soportar la campaña de acoso del resto de la izquierda. Cualquier cosa que no sea atacar las viviendas de uso turístico es de ricos, de fachas y de amigos de la ultraderecha.
Esto demuestra una vez más el enorme lastre que para un partido puede ser la rigidez de una ideología. Frente a lo que dice el libro, el buen político escoge el sentido común y debe ser capaz de defenderlo incluso ante los muy cafeteros, celosos guardianes de la doctrina pura e inmaculada. Veremos pronto cómo resuelve el sudoku: algunos propietarios han recibido ya amenazas de sanción por una actividad, todo sea dicho, que en Santiago no provoca problemas de convivencia.
También le queda la opción de no hacer nada y culpar a quien provocó el problema. Meter la cabeza a un agujero, la estrategia del avestruz.