Xacobeo
Vacía e iluminada, la Catedral de Santiago se viste de noche
El templo inicia sus visitas nocturnas, donde se recorre a puerta cerrada espacios como el sepulcro, el altar, la tribuna o el Pórtico de la Gloria
Las visitas cuestan 25€ por persona y ya se han agotado las entradas para esta semana
Los visitantes y el guía ante el Pórtico de la Gloria iluminado
El último visitante entra y las puertas de la Catedral se cierran tras él. El grupo se queda dentro, a solas. Son las 22:30h de la noche del martes 10 de agosto, y da comienzo la primera visita nocturna por los ... secretos escondidos del templo más famoso del Camino.
« El momento en el que entras y sólo hay silencio es espectacular », describe Manuel Martínez, uno de los afortunados. El grupo avanza cronológicamente, de Norte a Sur -por donde entraban los peregrinos cuando el Obradoiro albergaba la primera basílica- y de Oeste a Este -por donde avanzaban los fieles una vez se construyó la nueva catedral-. Visitan el coro, las capillas, el altar, la tribuna y, por supuesto, el Pórtico de la Gloria.
Un grupo atiende a las explicaciones del guía, más allá del altar y del botafumeiro
« Es como una biblia en piedra » relata Pedro Rey-Alvite, uno de los guías. El Pórtico es su parte favorita de la Catedral. Explica cada detalle, desde los 24 músicos hasta los glotones, pecadores que comerán eternamente empanada desde la arquivolta del Juicio Final. «Se pintó en el siglo XII con lapislázuli , un mineral más caro que el oro. Lo traían directamente desde Afganistán », explica. «Imaginad lo que significaba para el peregrino llegar y ver esa riqueza, esos colores».
Vista de contrapicado del Pórtico de la Gloria
Rey-Alvite cuenta que la cabeza gastada del Santo dos Croques nació de una broma entre estudiantes que buscaban a la desesperada algo de sabiduría, para aprobar los exámenes. Finalmente, la broma evolucionó a tradición y se convirtió en un emblema más de la Catedral.
«A mí me gustó verlo desde arriba. Eché en falta incluso ir a sitios más altos», dice una turista de Navarra. Se refiere al tránsito por la tribuna, la planta superior , no visitable normalmente, donde los peregrinos dormían en el Medievo. La vista desde allí provoca un «¡oh!» en los asistentes. «Desde aquí se aprecia lo alta que es la Catedral para ser románica », continúa Rey-Alvite.
Vistas de la nave principal desde la tribuna
Las vistas al órgano son encomiables. En las próximas visitas, se podrá apreciar al organista ensayando . Por ahora, nos acompaña el silencio, y una tenue luz que convierte el enorme monumento, paradójicamente, en un espacio íntimo.
«El objetivo no era llenar todo de luces, si no que se pudieran apreciar todos los detalles », cuenta otro de los guías. «Fijaos en el dorado de las columnas, por ejemplo». Y cierto es, que entre las exuberantes esculturas que engrandecen el altar, los pocos espacios que parecían 'lisos' tienen, en efecto, relieve.
Uno de los espacios laterales, normalmente desconocidos, que alberga la Catedral
«Les contamos historias, anécdotas, pero sabemos que el visitante nos dejará de escuchar a ratos para centrarse en el espaci o, que sobrepasa la propia explicación », confiesa Rey-Alvite. Esta versión nocturna «dispara los sentidos».
Es también una excusa para pernoctar, para incitar al turista a que se quede al menos una noche. Y por ahora, la iniciativa está siendo un éxito. Con un coste de 25€ por persona , en su primera semanase han agotado todos los pases -uno a las 22:30 y otro a las 23h, de 90 minutos de duración-. Manuel Martínez, al salir, opina que compensa. «Es la oportunidad de visitar zonas que no conoces, de ver la Catedral vacía».
Una visitante aprovecha para sacar fotos del botafumeiro