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«Con treinta horas sólo podemos subsistir»

Usuarios de asistencia personal piden una ampliación de la prestación. Diversos estudios calculan un retorno mayor que el generado por la atención residencial

Anxela López Leiceaga (Vigalicia) recibe ayuda de su asistente personal MIGUEL MUÑIZ

ROCÍO LIZCANO

A principios de 2007, con la ley de atención a la dependencia ensayando aún sus primeros pasos, el Parlamento gallego respaldaba por unanimidad un proyecto pionero , que instaba a la Xunta a habilitar a lo largo de ese mismo año un programa ... piloto de asistencia personal y tecnológica , como experiencia de partida para evaluar las oportunidades de esta modalidad de apoyo en la calidad de vida de las personas en situación de dependencia . La iniciativa había empezado a fraguarse en 2005, cuando un grupo promotor integrado por activistas por la igualdad de oportunidades de las personas con diversidad funcional trasladaba al Gobierno gallego una propuesta inspirada en la filosofía del Movimiento de Vida Independiente, nacido a finales de los años 60 en Estados Unidos para la defensa de los derechos humanos de las personas en situación de discapacidad. Bajo el lema «Nada sobre nosotros sin nosotros», el colectivo definía la asistencia personal como herramienta idónea para devolver a las personas en situación de dependencia la capacidad de autogestionar su vida de acuerdo a su proyecto vital.

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