El proyecto 'Estira tu pensión' trata de atraer a jubilados de las grandes ciudades a la Costa da Morte

Precisamente de esa tranquilidad de la que disfruta surgió ‘ Estira tu pensión ’, un proyecto pionero en Galicia en el que lleva meses embarcado y con el que busca compartir, no solo su experiencia, si no permitir que haya pensionistas que gocen de la misma tranquilidad de la que él disfruta diariamente . Su objetivo es que puedan disfrutar de la vida como pensionistas igual que lo hace él, en contraste con « la vida en una gran ciudad », como puede ser el caso de Madrid o «incluso La Coruña o Santiago», añade. También cuida de los bolsillos de los que se adhieran a este proyecto –que más que proyecto es un estilo de vida–, que lograrán «estirar su pensión», debido a la diferencia económica que supone vivir en una ciudad: en el rural se consigue un mayor ahorro. Es una manera de volver a vivir una «juventud»: así se refiere Álvarez de Sotomayor a la jubilación, su « tercera juventud », añade entre risas. «Casi es utópico decirlo así», bromea.

Con la generosidad por bandera, tal y como «me educó mi padre», confiesa emocionado, lleva meses picando a la puerta de siete ayuntamientos gallegos para que promocionen el proyecto, ‘Estira tu pensión’. Por el momento, la respuesta de estos siete concellos coruñeses – Carballo, Cabana de Bergantiños, Laxe, Malpica, Coristanco, Ponteceso y A Laracha –, está siendo bastante positiva, aunque siguen sin concretar una estrategia con Álvarez de Sotomayor.

Lo que más le interesa es llegar, «sobretodo a pensionistas de Madrid », insiste. Por eso, se dirige a los pensionistas madrileños. Pueden ser de cualquier parte de España, «¿por qué no?», pero se centra en ellos porque en la capital española están parte de sus raíces. «También es verdad», puntualiza, «que podrían ser familias o jóvenes que teletrabajen» los que disfruten de un entorno rural como el suyo y que, a su vez, repoblen el censo de los concellos. Algo que, por otro lado, aportaría vitalidad ya no solo en cuanto al número de habitantes, si no también para los comercios y locales de la zona. «Podría reactivar la economía», advierte.

Además, también se ha puesto en contacto con varias inmobiliarias de la zona, «las que mejor conocen» las edificaciones y sus localizaciones, para « ayudar » a quienes soliciten información sobre su futura vivienda. Aunque, reconoce, en su afán porque el proyecto se haga realidad también se esconde un interés por conseguir que aumente la población en estas localidades, cercanas a la Costa da Morte, que a él tanta paz le han traído en esta etapa de su vida. « No estamos ante la España vaciada », refiere en relación a estos siete ayuntamientos. Sin embargo, estamos ante poblaciones «del rural» por lo que «se pierde población». Por ello, su proyecto también permitiría que aumentase el número de personas «en el censo municipal».

Sigue siendo « un proyecto piloto », que necesita cierta «financiación» y apoyos. «Estamos en proceso de lanzamiento», remarca. «Esta semana, y las siguientes, es el momento de tocar teclas», asegura Álvarez de Sotomayor en referencia a mandar emails y ponerse en contacto, no solo con instituciones, si no también con medios y personas interesadas. Pero incide en la importancia de que la gente conozca su historia –sin demasiado protagonismo– y lo que quiere conseguir. «Es más, lo cedería [el proyecto] », admite con confianza, si con ello consiguese sacarlo adelante.

A sí mismo se declara como el «orientador» de un proyecto que, en las próximas semanas, podría tener soporte legal «a través de una asociación », apunta. Sería, evidentemente, « sin ánimo de lucro », simplemente «por la satisfacción de hacer algo por mi tierra», sostiene con ilusión. «Está ya en proceso de constitución», argumenta, aunque asegura que necesita «vocales» para poder llevarla a cabo. Planea que sean «jóvenes de los ayuntamientos» implicados en el proyecto. Por el momento, él espera paciente a su oportunidad, aunque reconoce que «su gran ilusión» es que se conozca lo que quiere hacer y que más personas puedan disfrutar de la «tercera juventud» que él mismo lleva viviendo quince años.