Malo será

—¿Has ido a ver a la familia?

—No, he ido a San Sebastián a jalear a un condenado por pertenencia a banda armada.

—¿Y de salud qué tal?

Como el cornudo que prefiere no saber, a los socialistas siempre se les ha dado bien eso de tapar la nariz y mirar hacia otro lado mientras el nacionalismo intenta sembrar la semilla del odio hacia el resto de España. Se entregan al tan gallego «malo será» y a disfrutar del despacho y de la erótica del poder mientras dure. No recuerdo haber oído a ningún alcalde socialista apoyado por el Bloque quejarse en público de tener concejales empeñados en instaurar el monolingüismo en gallego, o en traer con dinero público, como ocurrió en Santiago, espectáculos de danza basados en versos de presos de ETA.

El nacionalismo galaico, igual que el vasco y que el catalán, tiene un plan para convencernos de que estamos colonizados y que debemos liberarnos del yugo español. No es nada nuevo y a los socialistas se les ha dado bien lo de hacerse los despistados y dejar hacer.

Por todo esto tiene razón Ferreiro y lo del rechazo a la autodeterminación no cuela, pero que no se preocupe el alcalde rebelde porque verá qué pronto se olvidan en la rúa do Pino de esos prejuicios si tras las elecciones gallegas el PP pierde la mayoría absoluta. Y lo peor es que hasta puede que sea a En Marea a quien le toque hacer la vista gorda y aceptar el apoyo del PSOE a pesar de su rechazo a la autodeterminación. ¿Terceros en las autonómicas? Malo será.