«En la gestión de biorresiduos hay amplio margen de mejora»

¿Esta ley propugna un cambio de cultura, de mentalidad?

Efectivamente, porque se alinea con las directivas europeas, que lo que hacen es promover que los materiales estén mucho más tiempo en el mercado, que el ciclo de vida de los productos sea mayor;y además, que entren dentro de un esquema de economía circular. Podemos decir que, desde luego, esa es la intención:promover un cambio económico, sobre todo de modelo productivo y de consumo.

¿Es exagerado decir que el plástico ha proliferado como el eucalipto?

El eucalipto es un poco más endémico en Galicia. Es verdad que lo que ha habido en general, no solamente con los plásticos, es una ausencia de visión, no solo de cómo aparece el producto, sino de qué esta compuesto. Con el plástico lo que ha ocurrido es que hemos visto muchos beneficios, que los tiene, pero no hemos sido capaces de visualizar cuál sería el destino final de esos productos. Esa conciencia sí que existe en este momento. Estamos en una situación que es completamente reversible y debemos procurar ir hacia ella

Por ejemplo en restaurantes:han de entregarnos las sobras y nunca en envases de plástico

Lo que se quiere es que nos vayamos todos concienciando de que quizás las raciones que se están sirviendo, por una tradición, a lo mejor son excesivas;pero si no lo son, no se tienen por qué tirar. Es una opción que el cliente, si quiere llevársela, se la pueda llevar, y en un material que sea lo más adecuado posible, que no sean plásticos que no se puedan reutilizar o que no sean reciclables.

Ser ‘más europeos’ sin perder nuestra idiosincrasia

Efectivamente. Que vayamos ajustándonos también en nuestro comportamiento sin perder la idiosincrasia, pero procurando que no se deseche la cantidad de alimentos que se desechan habitualmente. No solo en restaurantes:en la propia casa o en las industrias.

Entre la ambición y el realismo, ¿dónde se sitúa la ley?

Es bastante realista. Plantea que logremos la separación de residuos, sobre todo de los biorresiduos, en residuos sólidos urbanos domésticos, a partir del 24. Se pone de fecha tope el 31 de diciembre del 23 para que todos los ayuntamientos tengan algún servicio puesto en marcha, para que los ciudadanos puedan hacer una separación efectiva. No podemos pasar del todo a la nada sin primero dotar a los ayuntamientos con las infraestructuras y enseñar al ciudadano.

De 10 gallegos, ¿cuántos sabrían lo que es la economía circular?

Estaría en un 3%. La gente joven es la que más concienciada está. Otros podrían contestar con la separación de residuos. Y otra parte no sabría realmente a qué responde ese concepto. La economía circular no es solamente el reciclaje de residuos, sino que es una forma de concebir nuestra sociedad, pensando que cada acción individual cuenta y que cada producto tiene que tener clarísimo cuál va ser su ciclo vital, para evitar que acabe en el medio ambiente.

En el apartado de suelos contaminados, hay sanciones de casi dos millones de euros.

Tenemos que tener mecanismos para que aquellos que no tengan un comportamiento medioambiental responsable reparen la infracción de estos actos, que no son en absoluto deseables por parte de nadie. Una actividad lucrativa tiene que tener en cuenta que la consideración del medio ambiente es parte de su plan de negocio.

¿Qué nota le pone al suelo en Galicia?

De contaminación industrial creo que no estamos alejados de la situación general de Europa. Aunque no es un consuelo saber que a otros les pasa lo mismo, compartimos con muchas otras regiones de Europa la preocupación por recuperar aquellas actividades que se hacían sin ningún tipo de control y evitar que se vuelvan a producir.

¿Aprobamos en la gestión de residuos?

Estamos en proceso de mejora. Tenemos que mejorar sustancialmente en biorresiduos. Ahí es donde quizás tengamos amplio margen de mejora. Nos queda ese salto cualitativo. En el resto creo que podemos decir que tenemos un aprobado con tendencia a una nota más alta.