Ferreiro arrincona a las meigas que lograron un San Juan internacional

Están encontrando numerosos obstáculos para la preparación de los festejos del próximo mes de junio, declarado de Interés Turístico Internacional desde 2015 . Astray recuerda que fue su grupo quien impulsó esta candidatura y así lo manifiestan desde la Axencia de Turismo de la Xunta: «La solicitud y preparación del expediente fue realizada por las Meigas con el apoyo necesario del Ayuntamiento de La Coruña». Este punto resulta clave, pues el equipo de Ferreiro ha intentado que la partida que el evento recibe del Gobierno autonómico por contar con la mayor distinción en materia turística se ingrese directamente a cuenta del Consistorio. No será así, tal y como confirman a ABC desde Turismo, debido a que en su día el propio Consistorio avaló que fueran las Meigas quienes reclamaran el título de Internacional.

El «ninguneo» se traduce también en la denegación de parte de los permisos pedidos «por escrito» para varias actividades entre el 12 y el 30 de junio. Astray explica a este periódico que el pasado viernes recibieron una llamada de la Policía Local para informar de la prohibición . «No estamos en la visión de sus fiestas», lamenta la líder.

Consultado por este diario, el Concello capitaneado por la Marea Atlántica afirma que tiene «con las llamadas Asociación de Meigas una relación respetuosa », pero matiza al ataque: «No podemos decir lo mismo en caso contrario, como cuando por ejemplo nos acusa de dictadores». «Lo que el actual gobierno no considera adecuado es que una asociación concreta pueda patrimonializar unas fiestas que son de todos —apuntan fuentes del gabinete de Ferreiro—. No vamos a permitir que queden reducidas a su enfoque».

A pesar de que el Ayuntamiento indica que la organización correrá a su cargo, reconoce que «la Xunta considera que estas fiestas pertenecen a las Meigas y no al Concello» . Y advierten: «Vigilaremos que el convenio se ciña al objetivo firmado». Astray también avisa de que no van a permanecer de brazos cruzados mientras se «infravalora» una labor de varias décadas.