CRISIS INDUSTRIAL
Los escenarios para Alcoa tras el fallo del Supremo
La multinacional no ha variado ni un ápice su postura. Pide que se rebajen los precios eléctricos para vender a un inversor o que compre la SEPI,a lo que el Gobierno también continúa negándose
Trabajadores de Alcoa antes de salir la caravana de coches organizada como protesta el pasado sábado
Hace ya 18 meses. En mayo de 2020 Alcoa anunció su disposición para despedir a 524 trabajadores de la planta de aluminio de San Cibrao. La semana pasada el Tribunal Supremo (TS) anuló definitivamente ese ERE, pero el futuro de esos puestos de trabajo, ... junto con otro medio millar de la industria auxiliar, continúa en el aire. A Mariña lucense, que se prepara para u na huelga general en la comarca el próximo 17 de noviembre , podría quedarse sin su principal industria.
En una sentencia de la que todavía se desconoce su letra pequeña, el TS desestimó el recurso presentado por la multinacional contra un fallo anterior del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Los magistrados gallegos determinaron que Alcoa negoció de «mala fe» durante el proceso con la única intención de cerrar la fábrica . La multinacional podría ahora presentar un nuevo ERE y reiniciar todo el proceso o avanzar en el camino de la venta, que de momento continúa estancado. Actualmente los precios del aluminio están en máximos , pero el problema que adujo la empresa para deshacerse de su principal activo en España sigue más vigente que nunca, el coste de la electricidad está incluso más disparado. Según Alcoa, la planta de San Cibrao «ha generado pérdidas de aproximadamente 160 millones de euros en los últimos tres años (2018-2020) por la falta de un marco energético competitivo en España». La previsión para estos meses es que la energía se pague a más de 170 €/MWh, «lo que confirma aún más la inviabilidad de la planta en las circunstancias actuales».
La sentencia del TS no ha hecho por el momento variar un ápice las posiciones de ninguno de los agentes implicados en la búsqueda de una solución . Alcoa se niega a vender la factoría directamente a un inversor interesado mientras el Gobierno no logre rebajar los precios de la energía. En la puja quedaban cuatro grupos, Trafigura, Sidenor, Atlas y Liberty House . Con este último, Alcoa ya negoció infructuosamente hace unos meses. El Ejecutivo de Sánchez sigue también sin aceptar la solución que proponen los trabajadores y que acepta la Xunta. Reclaman que la única factoría de aluminio primario que queda en España pase temporalmente a manos públicas a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para luego traspasarla a otro inversor. Esta posibilidad ya había estado encima de la mesa, pero tampoco fructificó, después de que el Gobierno central cambiase de parecer e instase a Alcoa a negociar directamente con los compradores.
Alcoa podría insistir en otra de las alternativas que ya ha puesto encima de la mesa, apagar las cubas de la electrólisis , pero dejarlas preparadas para reiniciarlas en caso de que algún otro grupo se haga cargo de la fábrica. El proceso de la electrólisis es el que más energía consume. Pero una vez hibernadas, para que las cubas puedan volver a funcionar se necesita una inversión millonaria. La plantilla se opone frontalmente y mira a lo que ha ocurrido en La Coruña y Avilés donde nunca se retomó la producción de aluminio primario tras apagarlas . Para el comité de empresa, la triangulación de la venta de la planta de San Cibrao mediante la SEPI es de vital importancia. Alcoa se libraría si el nuevo inversor decidiese poner alguna denuncia futura por el estado de la planta, dado que no se la habría vendido directamente. Quieren también evitar el traspaso de la factoría a inversores que no sean serios, como Parter y después el Grupo Riesgo en La Coruña y Avilés, que están inmersos en una investigación judicial bajo la sospecha de que entraron en la operación para despatrimonializar la planta, vender todo lo posible y dejar tirados a los trabajadores.
El comité de San Cibrao lleva tiempo insistiendo en que la solución es política. Pero pese a la sentencia del TS todavía no hay ni una nueva fecha para que se reúna la mesa que trata de buscar una salida al conflicto.