La izquierda gallega rechaza celebrar las elecciones en julio sin ofrecer fechas alternativas

Según pudo saber ABC de fuentes presentes en la reunión vespertina que encabezó Feijóo en San Caetano, el PP propuso la primera quincena de julio, En Marea abogó por el 19 y Ciudadanos se inclinó por el final del mes para celebrar las elecciones autónomicas y reactivar el proceso que quedó truncado por la crisis del Covid-19, que obligó a dejar sin efecto la convocatoria del 5 de abril. El resto de formaciones, PSOE, BNGy Galicia en Común (Podemos), defendieron que era «más razonable» esperar, sin ofrecer fechas alternativas .

Según explicó tras la reunión el portavoz popular en el Parlamento gallego, Pedro Puy, esos tres partidos de la izquierda gallega, los más beligerantes desde hace semanas con una convocatoria en julio, se mostraron «partidarios de esperar» pero «sin dar una fecha concreta»; «simplemente» abogaron por observar «cómo evolucionaba la pandemia» . Más aún, reveló Puy, los líderes de estos partidos, Gonzalo Caballero, Ana Pontón y Antón Gómez-Reino, llegaron a argumentar que celebrar las elecciones dentro de dos meses «podía contribuir a tensionar el ambiente en un momento de dificultad», en el que es necesario «hacer frente a la crisis» sanitaria, económica y social causada por el coronavirus.

El representante popular afeó las «incoherencias» de la izquierda gallega, especialmente de los socialistas , que avalan que se vote en julio tanto en el Congreso —donde se recogió en la prórroga del estado de alarma la posibilidad expresa de celebrar elecciones aún estando vigente— como en el País Vasco —donde los socios del lendakari Iñigo Urkullu no le van a poner en aprietos frente a Bildu, Podemos y PP—, pero ponen palos en las ruedas cuando en Santiago se propone un calendario similar al que se maneja en Vitoria.

Durante la reunión, el propio Feijóo censuró la «contradicción» del PSOE, porque, comentó, « no se puede decir una cosa a la una de la tarde y otra a las cinco ». «Los partidos que dicen sí a votar el estado de alarma en Madrid, ahora dicen que no se puede votar. No se puede decir que son responsables los que aprueban una norma y que somos irresponsables los que la aplican», reprochó también el presidente de la Xunta, según fuentes consultadas por ABC. Fue la oposición, además, la que reclamó que el decreto de suspensión de la convocatoria del 5-A recogiera que el proceso se retomaría a la mayor brevedad posible. Ahora ven más oportuno dilatar la llamada a las urnas.

Concluida la reunión, que se prolongó por espacio de unas dos horas y media, desde el Gobierno gallego se indicó que el presidente de la Xunta, que hoy reúne a su Ejecutivo en el Consello, « tomará la decisión más responsable según los datos ciertos » que se desprenden de los informes que recomiendan votar a principios del verano. Feijóo no desveló a los partidos qué domingo prefiere. En la reunión, según las citadas fuentes, sí puso sobre la mesa una advertencia: «Hay dos alternativas. O utilizamos lo que dicen los expertos o lo que no dicen. O continuar sine die». Y Feijóo ya adelantó el miércoles que basará su decisión en lo que éstos aconsejan. La fumata blanca, se aseguró desde el PP, será «rápida» y llegará «lo antes posible» para «deshacer incertidumbres».

Se decantará por una fecha sin el apoyo de los tres principales partidos de izquierda en el Parlamento gallego, que siguieron rechazando de plano la celebración de las elecciones en julio. El representante de En Marea, Francisco Casal, afirmó en una rueda de prensa posterior al encuentro en dependencias de la Xunta que, de este triunvirato que se opone al mes al que apuntan los expertos como el «menos malo» (en palabras empleadas el miércoles por Feijóo), PSdeG y BNG fueron los que ofrecieron una respuesta más contundente en su rechazo.

En cualquier caso, todas las formaciones ven ya claro que el presidente convocará a los gallegos en julio y que en la decisión poco tendrá que ver la opinión de la oposición, a la que se comprometió a pedir opinión cuando se aplazaron los comicios, aunque la decisión de la fecha es prerrogativa exclusiva del presidente. El secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, lamentó en un audio enviado a los medios que el presidente Feijóo priorice su «agenda oculta» para programar elecciones, un apelativo que ya ha utilizado en ocasiones pasadas. Esa agenda oculta, según el socialista, «pone en riesgo la salud y la desescalada». Además, considera que es una agenda que «no interesa a los gallegos».

Desde el BNG, el audio llegó en voz de su portavoz nacional, Ana Pontón. Rechazo similar al expresado por el PSdeG: es « una irresponsabilidad, una temeridad convocar elecciones en plena pandemia », aunque añadió dos elementos más:el primero, que la fecha en la que vote Galicia la decidirá el lendakari vasco, Iñigo Urkullu; el segundo, que «espera» que esta decisión no haya que «lamentarla en el futuro», ya que recuerda que los «informes indican que no se puede predecir la evolución del virus en la desescalada».

Galicia En Común se expresó en voz de su candidato Antón Gómez-Reino. El diputado en el Congreso se volvió a su casa tal y como entró , señaló. Además, lanzó también el argumento esgrimido por el Bloque: «No nos pudo garantizar y no puede garantizar que un hipotético proceso electoral se dé con las garantías sanitarias y epidemiológicas necesarias», afirmó, por lo que tampoco hay «garantías de que se celebren con una total normalidad democrática». El secretario xeral de Podemos habría preferido una reunión para «hablar de la reconstrucción económica y social del país».

En Marea, a través de Pancho Casal, presentó la idea de una cláusula que podría aplazar la fecha electoral y fijarla más adelante. Será estudiada por la Xunta. No descarta intentar una plataforma de izquierdas para acudir a los comicios. Beatriz Pino, portavoz de Ciudadanos en Galicia, consideró que «julio no es la fecha ideal, pero lo único que sí aseguran los estudios es que en septiembre/octubre habrá una segunda ola».