Coronavirus: Galicia elimina cierre perimetral y toque de queda y da oxígeno a la hostelería

Uno: lo anteriormente dicho no regirá en los cinco concellos en situación de riesgo extremo . Un nivel máximo en el que a Cambados, Vilanova de Arousa, Laza y Cualedro se sumará Padrón. Aquí seguirán en pie el blindaje perimetral y el toque de queda, con bares, cafeterías y restaurantes cerrados a cal y canto. Segundo: todo esto queda supeditado a que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) dé el visto bueno . En este punto Feijóo se mostró «optimista», vistos los precedentes: hasta ahora el tribunal no ha tumbado ninguna medida antiCovid de la Xunta. «Sí, la verdad es que confiamos», admitió el presidente gallego, al ser preguntado por su expectativa de que pasen el corte del TSXG las nuevas medidas —que serán revisadas cada 10-12 días—, a publicar a lo largo de la jornada de hoy para que entren en vigor mañana a las 0.00 horas.

Esto también lleva aparejados varios astericos. Por un lado, se evitará la «situación surrealista» de que el sábado a las 23.00 arranque el que sería el último toque de queda para, una hora después, quedar sin efecto. Por «razones simplemente de raciocinio», se estirará una hora esa limitación nocturna, para ya empalmar con el inicio del domingo que marca el ocaso del estado de alarma. Por otro lado, el «interés» de la Xunta es que este mismo sábado la hostelería disfrute ya de su nuevos márgenes de apertura . Esos nuevos horarios dan oxígeno adicional al sector. Bares y cafeterías (que deberán ir comprando también medidores de CO2) estirarán el cierre de las 21.00 a las 23.00, mientras los restaurantes ganarán otras dos horas, hasta la 1 de la madrugada.

A partir de esta hora y hasta las 6 de la mañana , lo que quiere evitar el Gobierno gallego, a toda costa, es que se trasladen las interacciones sociales al entorno privado; de los bares a los pisos. Por eso se prohibirán las reuniones de no convivientes en casas . Pero la idea es hacerlo extensivo también a la vía pública. Por descontado, con alcohol de por medio, pues el botellón está prohibido. No obstante, se buscará implementarlo por norma general. Por prudencia. La cuestión es cómo motivarlo con las suficientes garantías para que el TSXG no lo tumbe. Queda claro que los servicios jurídicos tienen trabajo a destajo.

En el ámbito sociosanitario , en las residencias ubicadas en concellos en los dos niveles más bajos se permitirá que los usuarios vayan a viviendas de familiares, en estancias de al menos cinco días;y en lugar de tres salidas, podrán disfrutar de cinco. En centros de día, si el 90% de usuarios están vacunados, podrán salir a pasear acompañados.

Galicia prosigue con su desescalada a pesar de las múltiples «incertidumbres» sobre las que no dejó de alertar Feijóo . Por un lado, legales. «Vamos a afrontar el mismo riesgo (...) pero con peores instrumentos (...). Las amenazas de la pandemia no cambian de un día para otro; lo que sí va a cambiar de forma repentina y abrupta son los instrumentos» para gestionarla, lamentó en un largo preámbulo. «Lógicamente no estamos preparados», apostilló.

En su ajuste de cuentas con el Gobierno, el número uno de la Xunta le acusó de «esconderse» primero detrás de las autonomías y ahora, de los jueces. «Entramos en una cogobernanza atípica», reflexionó. Enterrada la «normal», entre presidente del Gobierno y regionales, ahora se fomenta una « cogobernanza asimétrica entre un gobierno autonómico y el poder judicial ». «Estamos en una situación inédita en España. Y absolutamente impropia», censuró.

Pero tampoco faltan incertidumbres sanitarias. Porque si bien la situación es «buena y estable», incluso con «alguna tendencia a la baja» en ciertas áreas sanitarias —el balance de este 6 de mayo consignó un repunte de contagios diarios, hasta los 225, sin afectar a la presión asistencial—, en la Xunta preocupan y mucho las nuevas cepas, especialmente la india , y el pobre seguimiento de algunos cribados. Y porque, en paralelo, todavía es insuficiente el número de vacunas que envía el Gobierno. Peor: tras el acelerón de esta semana, con más de 240.000 gallegos vacunados, toca asumir que vendrán vacas flacas la próxima, con menos de 190.000 dosis, y se espera que esa sea la tónica en mayo.

Punto y aparte para la vacunación: la próxima semana se prevé que, acortando plazos, todas las personas de 60 años en adelante tengan al menos una dosis ; y se comenzará a inocular a gallegos de 59 años «hacia abajo», a quienes se dispensará antídotos de Pfizer y Janssen por decisión de Sanidad.

Tantos ‘peros’ iba acumulando Feijóo en su exposición que llegó un punto en que hubo de negar que estuviera «dibujando un panorama desolador». Al contrario, múltiples indicadores —incidencia, positividad, mortalidad, ocupación de UCI y hospitalaria— certifican que Galicia está «mejor» que meses atrás y que buena parte del resto de España. Pero esta nueva fase que se abre, «no puede conducirnos a un optimismo desaforado», advirtió, y «sí nos debe conducir a una fundada esperanza» . Pero con prudencia. Porque «este fin de semana solo acaba el estado de alarma, no acaba la pandemia». «Si pensamos eso», que el Covid es historia, «probablemente una ola nueva (...) pueda comenzar», avisó.