Feijóo se declara satisfecho de no haber cedido a ningún chantaje para gobernar

«Hoy podría estar hablando en otra condición», dijo Feijóo, «pero aceptar condiciones que estén fuera del estado de Derecho no es aceptable, aceptar que una parte mande sobre el todo supondría que ese presidente del Gobierno estaría en libertad condicional. Ni quiera la presidencia del gobierno justifica eso. Me siento muy orgulloso de no ser presidente, por ahora», planteó en referencia a las concesiones que están reclamando los nacionalistas catalanes para ofrecer sus votos en el Parlamento.

El líder del PP dijo estar convencido de que la exigencia de un referéndum de autodeterminación «es un cebo» para disimular que lo que en realidad se busca es la amnistía de los separatistas.

Noticia Relacionada

Page: «El Constitucional tendría que suspender la amnistía antes de que entre en vigor»

María José Muñoz

El presidente de Castilla-La Mancha confía en que Sánchez se resistirá «todo lo que pueda» a que los partidos independentistas le obliguen a gobernar con «una camisa de fuerza»

«El Estado, la nación, la Constitución no se negocian. Si alguien quiere cambiarlas que intente reformarla. La nuestra es una forma de hacer política que respeta las instituciones. Y la amnistía supondría que todas las instituciones que intervinieron en el (artículo) 155 quedarían deslegitimadas. Hay quien dice que si se desactiva todo, la declaración de independencia mantendría su vigor», detalló Feijóo.

Feijóo, que como presidente de la Xunta de Galicia apadrinó y potenció el Foro La Toja-Vínculo Atlántico, recordó que en sus ediciones anteriores este espacio de diálogo analizó los peligros que para la democracia representativa surgían por todo el mundo. «Veíamos esa amenaza como algo ajeno y lejano a nuestra cultura política… Bueno, estos peligros ya están próximos. Ya los tenemos en España», dijo.

El líder del PP dijo que no estamos en presencia de «una rebelión de las masas». Dijo que ésta no existe porque «los valores de la Transición siguen vigentes en las calles». Aunque se hable mucho contra el «régimen del 78» lo cierto es que, según Feijóo, «la calle esta a favor de aquella libertad sin ira que sigue izada en la mayoría de las plazas» de España. A su juicio, los radicalismos que cuestionan la democracia española tienen «un peso realmente escaso». Cifró en un 5,5 por ciento del electorado el apoyo a los partidos independentistas. «Si retrocede el independentismo de manera tan contundente, si el partido que más votos pierde en las elecciones es ERC, es evidente que tenemos una gran oportunidad para resolver problemas que arrastrábamos en los últimos años».

«¿Si la deriva actual de la política no es inexorable, ni arrastrada por las urnas, ni estamos ante la rebelión de las masas, entonces qué pasa? El factor fundamental que altera la estabilidad democrática es el cambio que se ha producido en la dirección del PSOE. No es el independentismo, al que no podemos culpar de lo que siempre ha defendido… Lo que ha cambiado es la respuesta del PSOE a sus exigencias».

«Hay un hecho fundamental», subrayó Feijóo. «El PSOE ha perdido las elecciones y reacciona asumiendo las tesis de los independentistas. No es convivencia, es conveniencia. No es oportunidad, es oportunismo. Ha decidido asumir los postulados de todos los que han venido cuestionando la democracia española».

También aludió al liderazgo hiperpersonalista de Pedro Sánchez y a la falta de transparencia que se evidenció cuando no quiso intervenir en el debate de investidura. Conectó ahí con la intervención de Emiliano García Page, presidente de la Junta de Castilla y La Mancha, quien en una mesa anterior habría aludido a la falta de información sobre las intenciones del líder del PSOE. «Supongo que si estoy fabricando una amnistía tendré que darle cuentas al comité federal del partido, al grupo parlamentario. Pero nadie sabe nada y los que saben callan sobre lo que planea el socialista único que dirige la agrupación socialista». Feijóo añadió que la amnistía no iba en el programa socialista y que los únicos que la contemplaban era el bloque que obtuvo el 5,5 por ciento de los votos. «Han decidido tirar el legado de hombres de estado como Felipe González o Alfonso Guerra», rubricó.

Feijóo dijo que le hubiese gustado hablar de reformas o pactos de Estado en vez de amnistías. Se alineó con el presidente canario Fernando Clavijo que reclamó la reforma en profundidad del Senado «que no es una cámara territorial y donde los presidentes autonómicos deberían tener protagonismo».