Feijóo choca con Vox y defiende un Gobierno «fuerte» en contraste con la coalición PSOE-UP
Nunca cederá un gobierno autonómico al PSOE sin existir reciprocidad en el resto de territorios
Feijóo sitúa a Bendodo, Gamarra y Tellado al frente de la campaña del 23J
María Guardiola insiste en su intención de gobernar sin Vox en Extremadura
El eje central del discurso que va a desplegar Alberto Núñez Feijóo de cara a las elecciones generales del 23 de junio va a estar caracterizado por destacar las ideas de centralidad, estabilidad y normalidad como ejes de su acción política. En el PP ... detectan como principal fisura del PSOE sus alianzas y la coalición con Podemos. Hasta el punto de que piensan en el PP que existe flujo de antiguos votantes socialistas que puede activarse hacia Feijóo especialmente en algunos puntos del país. «Sucedió en Andalucía, en la Comunidad de Madrid y está sucediendo en más lugares. Con Sánchez como candidato el 23J esas compuertas siguen abiertas», señala un dirigente del PP.
Con ese diagnóstico de que la fragilidad de la coalición gubernamental y sus alianzas parlamentarias es un problema para el país, Feijóo pretende trasladar a los españoles lo contrario. La idea de que su propuesta es «un Gobierno muy fuerte» con capacidad de aplicar reformas de manera eficiente. Sabe el PP que por mucho que ahora el PSOE pretenda atraer voto útil y confrontar a Sánchez en solitario con Feijóo y el líder de Vox, Santiago Abascal, el actual presidente tiene «compañeros de viaje» en la oferta electoral que presenta a los españoles.
Nadie dice hoy en el PSOE que su proyecto sea el de gobernar en solitario. Porque es un planteamiento inviable e irreal. Salvo para Emiliano García-Page. Por contra, a riesgo de tensar en exceso la cuerda con Vox, Génova desea que penetre en el electorado su intención y preferencia de un Gobierno en solitario. En primer lugar porque Feijóo y la mayor parte del PP desean sin ningún genero de dudas ese escenario una vez llegue el momento de gobernar.
En el PP creen que el perfil de Feijóo ha ayudado a acercar al PP a desafectos con Pedro Sánchez. Muchos de ellos pasaron primero por Ciudadanos. Otros vuelven de allí tras el desencanto con el PP. También lo creen en el PSOE y por eso llevan un año dedicados a debilitar una imagen de Feijóo que cuando llegó a Génova cambió el paso de los socialistas, que a Pablo Casado le tenían más tomada la medida.
Negociaciones con Vox
Ese objetivo de Feijóo por hacer al PP partido hegemónico en el antiguo espacio de Ciudadanos y competitivo entre antiguos electores socialdemócratas es el principal motivo que lleva a los populares a exacerbar su autonomía respecto de Vox. Pese a las consecuencias que eso pueda conllevar en el proceso de conformación de gobiernos autonómicos.
Esta mañana, el presidente del PP, durante una entrevista con Ana Rosa Quintana, dejó muy clara su voluntad de que sus líderes territoriales no incluyan a Vox dentro de sus Gobiernos autonómicos: «Si ha ganado el Partido Popular claramente, que nadie interrumpa lo que sale de las urnas y le dé sus votos a la izquierda».
El PP ha descentralizado las negociaciones en sus barones y les ha dejado margen de actuación porque entienden que no todos los escenarios son similares. «Hemos conseguido mayoría absoluta en Andalucía, Madrid, La Rioja, hemos ganado claramente en la Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares. Que nadie interrumpa este cambio», insistió ayer Feijóo. Ya publicó este periódico que el PP cuenta con que la capacidad de presión de Vox con unas elecciones generales en el horizonte inmediato será menor. «Supongo que si esa fuerza quiere derogar el sanchismo, está en disposición de facilitarlo», señaló en referencia a Vox, a quien planteó que «si lo que pretende es tener una cuota de poder, eso es otra cosa», pidiéndoles que si esa es su vocación «lo digan claramente».
Y luego está el caso de Extremadura. Pese al fuerte retroceso del PSOE y al buen resultado del PP, María Guardiola se quedó a 6.000 votos de Guillermo Fernández Vara. 6.000 votos que ahora despiertan dolo de cabeza. El presidente del PP dijo ayer, como ya hizo el lunes, que su propuesta en favor de que gobierne la lista más votada. Y ayer dijo que estaría dispuesto a hacerlo aunque eso conllevase perder Extremadura. En espacios cercanos a Vox se alimenta la idea de que María Guardiola dejará gobernar a Guillermo Fernández Vara. La frase de Feijóo alimentó esa idea. Pero en realidad nada ha cambiado. El PP siempre ha defendido que debe existir reciprocidad y que el PSOE debe apoyarles de igual modo donde ellos son primeros para que esa propuesta pueda ejecutarse. El «problema», dijo Feijóo, es que los socialistas ya han dicho que «nunca dejarán gobernar a la derecha española». Y ante esa negativa «quedo legitimado para hablar con los demás». En el equipo de Guardiola hay tranquilidad. Nunca se apoyará una investidura de Vara y están dispuestos a negociar propuestas con Vox e ir a una investidura.
Feijóo defendió ayer que España necesita ese «Gobierno muy fuerte» que «no dependa más que de las urnas». Y eso pasa por tener más apoyos y no conformarse con sumar con Vox. Para eso consideran en Génova que hay que acentuar las diferencias con un Abascal porque es «un proyecto político distinto», aunque Feijóo defendió en lo personal una relación «de absoluta cordialidad».
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