Los socialistas históricos se movilizan para reclamar un PSOE «reformista» y diferenciado de Podemos

O como se visualizó aún más nítidamente, y en esta ocasión con luz y taquígrafos, en la cerrada ovación que el secretario general recibió este miércoles de sus senadores y diputados, ante los que pronunció una arenga en la que situó al Partido Popular (PP) de Alberto Núñez Feijóo en las posiciones de la derecha populista de los ex presidentes de EE.UU. y Brasil, Donald Trump o Jair Bolsonaro, y en la que arremetió, emulando el discurso de Pablo Iglesias al frente de Podemos, contra los medios de comunicación, a los que culpó de estar urdiendo, en comandita con el PP y Vox, una «feroz» campaña en su contra de cara a la campaña electoral de julio.

Sin embargo, fuera de los actuales cuadros dirigentes del socialismo, pero dentro del partido, se empieza a mover una corriente crítica, ubicada en lo que suele denominarse 'vieja guardia socialista'. El colectivo Fernando de los Ríos, que ya hace meses reunió en Madrid a muchos de esos desencantados, y a personalidades de la socialdemocracia, como el primer ideológo de Ciudadanos (CS), Francesc de Carreras, organiza este jueves en la Fundación Carlos de Ámberes de la capital de España un coloquio para analizar el veredicto de los ciudadanos el 28M, cuando el PSOE perdió buena parte de su poder territorial e institucional.

Asistirán el ex líder de los socialistas vascos Nicolás Redondo Terreros, hijo del histórico líder de la Unión General de Trabajadores (UGT) fallecido este año, el sucesor de este último al frente del sindicato, Cándido Méndez y el exeurodiputado Pedro Bofill, además del catedrático de sociología José Antonio Díaz. Se prevé la asistencia de unas doscientas personas, según fuentes de la organización, que rebasarán ampliamente el aforo del lugar. Y se escuchará, como adelanta a ABC alguno de los asistentes, un diagnóstico crítico con la deriva actual del partido, acompañado de una propuesta que incluso podría ser de refundación hacia una formación de carácter «reformista» y, según esas mismas fuentes, que no tengo un discurso «subarrendado» a otras formaciones políticas, singularmente Podemos y los partidos del independentismo vasco y catalán.

Se espera también, al margen de los ponentes, la asistencia de otros socialistas históricos habitualmente críticos con la actual dirección, entre ellos el ex presidente de la Junta de Extremdura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, precisamente uno de los feudos que el PSOE perdió el pasado domingo, si bien el actual presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, ha anunciado su intención de presentarse a la investidura al haber sido de nuevo la fuerza más votada, aunque la mayoría absoluta de la camara haya quedado en manos del PP y de Vox.

No estará entre ellos el ex vicepresidente del Gobierno y antiguo número dos de Felipe González en el PSOE y en el Ejecutivo, Alfonso Guerra, aunque los posicionamientos que viene expresando de crítica a Sánchez son ampliamente compartidos. Algunos incluso creen que su ausencia, pese a la connivencia de panteamientos, es «buena», si sirve para no eclipsar la atención del acto y a reflejar que no es la del exvicepresidente la única voz crítica con lo que representa la actual cúpula socialista.

Unas críticas que se centran fundamentalmente en sus acuerdos, incluido el de la coalición de Gobierno, con Podemos, y su acercamiento a los separatistas, reflejado en reformas de esta misma legislatura como la reforma del Código Penal para suprimir el delito de sedición y rebajar la pena del de malversación, justamente los dos tipos delitctivos por los que el Tribunal Supremo (TS) condenó en 2019 al líder de ERC, Oriol Junqueras, y a varios de los cabecillas del procés, que culminó el octubre de 2017 con el referéndum ilegal y la declaración unilateral de independencia.