Extremadura y Madrid cierran filas por Almaraz y exigen el AVE Madrid-Lisboa para 2030

El gran eje de la cumbre, como se anunciaba la pasada semana, es el mantenimiento de la central nuclear de Almaraz, que es el motivo de la primera de las declaraciones conjuntas. Tanto Guardiola como Díaz Ayuso han defendido la necesidad de mantener viva la CNA. En palabras de Ayuso, el ejemplo alemán ha demostrado que «cerrar las nucleares es una catástrofe». La presidenta madrileña ha reivindicado que el 15% de la energía que consume su región procede de Almaraz.

Guardiola ha insistido en que España no puede permitirse un «apagón nuclear por motivos ideológicos»: «Nos quieren condenar a depender de otros países, mientras Ribera autoriza ayudas millonarias», en referencia a las ayudas de la Comisión Europea a Bélgica que va a reactivar dos reactores nucleares. Ambas presidentas han coincidido con la que fuese ministra de Transición Ecológica: «Sánchez debería tomar nota», ironizaba Ayuso.

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El otro gran eje de la cumbre han sido las conexiones. Concretamente, las ferroviarias. Materia en la que Extremadura lleva décadas denunciando tener carencias. Ambas comunidades han firmado una declaración conjunta en la que exigen que la alta velocidad entre Madrid y Lisboa, pasando por Extremadura, esté lista en 2030, coincidiendo con el Mundial.

Guardiola ha reivindicado «dignidad y justicia ferroviaria» para los extremeños: «No queremos privilegios, queremos tener las mismas oportunidades que los demás». Argumentos que ha apoyado la presidenta madrileña, que ha criticado el «abandono» que ha sufrido Extremadura por no entrar en el «cálculo nacionalista».

Extremadura y Madrid entienden que la conexión con Lisboa es clave, no solo para ambas comunidades, sino también para el resto del país. Con ese pensamiento, han defendido la cumbre Guardiola y Ayuso, en «clave de país»: «Queremos crecer juntos con y por España y no a pesar de España», decía Ayuso. Para Guardiola el encuentro supone un «marco de cooperación» que demuestra que «no hay muros que los puentes no puedan superar».

El Protocolo de Actuación General, inédito hasta la fecha, supondrá una cooperación entre regiones mucho más ágil y amplia, tocando otros ámbitos como la sanidad, la educación o la economía. Regiones que, en palabras de Ayuso, también están unidas por los vínculos de la «Hispanidad».