El exjefe de UDEF dio el chivatazo a los importadores de coca para que huyeran

La pareja se entregó este lunes en la comisaría de Chamberí (Madrid) tras pasar casi cinco meses en busca y captura, en concreto desde el pasado 24 de octubre, tras hallarse el mayor alijo de cocaína encontrado en España. Los agentes sospechan que, durante este tiempo, se escondieron en Málaga y Portugal.

El juez Francisco de Jorge, al frente de las pesquisas, acordó prisión provisional para Berenguer que cumplirá en su domicilio por la enfermedad que padece, mientras que para su mujer decretó libertad provisional aunque tendrá que comparecer a diario ante el juzgado, se le retiró el pasaporte y se le impuso la prohibición de salir de España.

José Miguel Berenguer asumía la gestión de la mercantil Abadix Fruits, aunque figuraba como administradora legal su esposa Vilma Yanet Águila. Esta mercantil fue usada por Ignacio Torán, primero confidente y después socio del inspector jefe, para importar las trece toneladas de droga que llegaron al puerto de Algeciras procedentes de Guayaquil. No era la primera vez ni mucho menos.

Los investigadores han logrado reconstruir los últimos cuatro años de operaciones de entrada de droga propiciadas por el agente corrupto, desde mayo de 2021. En aquellas fechas, la Policía Nacional intervino un contenedor con más de 1.500 kilos de cocaína, atribuido al capo madrileño refugiado en Dubái Alejandro Salgado Vega, alias 'el Tigre'. Fue entonces cuando la Udyco comenzó a sospechar que alguien con acceso a información restringida la estaba filtrando. Y a ese cargamento, le sucedieron otros.

«Se introdujeron numerosos alijos de cocaína, sumando una gran cantidad de toneladas, sin que se pudiera incautar la droga, pero de la que obran pruebas en autos», señala el juez.

Según el auto de prisión del responsable de Abadix, este trabajaba a las órdenes de Torán y junto a su mujer «ha blanqueado importantes sumas de dinero mediante ingresos en efectivo en cuentas bancarias dando apariencia legal al producto del tráfico de drogas».

El juez acordó prisión provisional atenuada en su domicilio tras el informe del médico forense que estableció la imposibilidad de que Berenguer fuera a la cárcel «debido al alto riesgo que presenta de empeoramiento de consecuencias fatales». Sufre una pancreatitis crónica, entre otras afecciones y tiene que someterse a diálisis tres días a la semana. Según fuentes del caso, esa es la razón por la que el matrimonio decidió entregarse, hartos de deambular de clínica en clínica en su fuga.

El juez asume que su vida corre grave peligro y autoriza su salida de la casa tres días a la semana para recibir ese tratamiento, así como otros que pudiera necesitar.

Respecto a su mujer, indica que Vilma Águila conocía las maniobras que su marido llevaba a cabo para obtener la descarga de la droga y los importantes movimientos de dinero de la empresa.

En su declaración ante el juez, Berenguer la descargó de cualquier responsabilidad y explicó que ella era la administradora de la empresa importadora de frutas Abadix Fruits para que él pudiera sortear un problema fiscal que arrastra. Ahora, además, tendrá que cuidarlo.