Las últimas palabras del presunto asesino de Marta Calvo en el juicio: «Siento el dolor por no encontrar el cuerpo»

El acusado de tres muertes y ocho casos de abusos sexuales con cocaína defiende su inocencia a pocos días de que el jurado popular se retire a deliberar tras un mes de vista oral

La fiscal, convencida de que hay más víctimas de la «maldad y sadismo» del presunto asesino de Marta Calvo

Imagen del acusado durante la última sesión del juicio celebrada este martes en la Audiencia de Valencia MIKEL PONCE

«Lo único que puedo decir es que no le he quitado la vida a nadie, no he intentado quitarle la vida a nadie, no he drogado a nadie, no he violado a nadie ni he puesto rocas de cocaína a nadie en sus ... órganos genitales». El juicio en la Audiencia de Valencia contra el presunto asesino de Marta Calvo ha terminado este miércoles con la última palabra del acusado, que ha seguido defendiendo la tesis del desmembramiento y su inocencia ante el reguero de casos cometidos en quince meses, entre el verano de 2018 y el otoño de 2019, que se le imputan.

Los nueve miembros del jurado popular se retirarán a deliberar a partir del próximo lunes, tras una vista oral que se ha prolongado durante más de un mes, con una veintena de sesiones.

Jorge Ignacio Palma, que ha manifestado estar «bastante emocionado», ha asegurado ante el tribunal que siente «mucho el dolor de la familia de Marta por no haber encontrado el cuerpo, pero dije lo que ocurrió con lujo de detalles». «No tengo nada más que aportar», ha zanjado.

Palma se entregó a la Guardia Civil el 4 de diciembre de 2019 y confesó haber descuartizado a la joven de 25 años al descubrir que había muerto tras contratar sus servicios sexuales el 7 de noviembre en la localidad valenciana de Manuel. Después, según su versión, repartió sus restos entre varios contenedores de los municipios de Alzira y Silla. Un relato que los investigadores y los forenses han tumbado durante el juicio.

También está acusado por la muerte de dos mujeres más -Arliene Ramos y Lady Marcela Vargas- y otros siete casos de abusos sexuales con la introducción de cocaína de alta pureza en los genitales de sus víctimas sin su consentimiento. Sucesos que se destaparon a raíz de la desaparición de Calvo. Una de ellas retiró su acusación al no querer declarar en la vista. Todas eran mujeres prostituidas. La Fiscalía, que considera que podría haber más víctimas, pide para él 120 años de cárcel, mientras las acusaciones solicitan prisión permanente revisable.

Denuncias «guionizadas» con un fin espurio

En la sesión de este miércoles, la defensa del procesado, que exige la libre absolución, ha presentado su informe final de un caso que considera «absolutamente contaminado», pues «no hay ni una sola prueba» contra él. En ese sentido, la abogada ha calificado de «sospechas y conjeturas» las periciales que rechazan que su representado desmembrara el cuerpo , y ha insistido en que este no ha cambiado su versión de los hechos en casi tres años

Calvo «pudo morir por una ingesta de cocaína pero por desgracia no esta el cuerpo», ha añadido, al tiempo que ha atribuido a la joven de Estivella un «problema de adicción» a las drogas.

Imagen del acusado junto a su abogada durante la sesión del juicio celebrada este martes en la Audiencia de Valencia MIKEL PONCE

Respecto a las muertes de Arliene Ramos y Lady Marcela y el resto de abusos sexuales, la letrada de la defensa ha asegurado que Palma prestó ayuda a las chicas que se sintieron indispuestas: «¿Dónde está ahí el ánimo homicida? ¿Qué asesino en serie intenta reanimar a sus víctimas?». Del mismo modo, ha hecho referencia al rastro que el acusado fue dejando de sus movimientos y citas en mensajes y llamadas.

La abogada de Jorge Ignacio ha aseverado que el desgarrador relato de las víctimas que ha escuchado el jurado popular durante el juicio -la sumisión con grandes cantidades de cocaína- está «guionizado». En ese sentido, ha recordado que «las víctimas de violencia de género y de las agresiones sexuales tienen derecho, si son españolas, a una prestación económica y otra serie de ayudas», mientras «las extranjeras, además, tienen derecho a que se les dé el permiso de residencia». «No puedo decir que lo hayan hecho por eso pero lo dejo caer», ha apostillado.

«Sí es sí, aquí y en cualquier otro sitio», ha incidido la letrada sobre el consentimiento que las mujeres dieron a Palma. «Se contrató un servicio, en el que se aceptó hacer una fiesta blanca, y se dijo que sí. Y todo sin introducción de droga en los genitales, ya que lo niega mi representado», ha comentado.

Imagen de Marisol Burón entrando este martes a la Ciudad de la Justicia de Valencia MIKEL PONCE

Por su parte, a su salida de la Ciudad de la Justicia de Valencia, la madre de Marta Calvo, Marisol Burón, ha lamentado que «esas chicas hicieron el esfuerzo de venir aquí a revivir todo lo que habían pasado y no hay derecho a que esta abogada las intente rebajar y humillar de esta manera». Asimismo, Burón ha rechazado que su hija fuera adicta a la drogas. «Todo es mentira y lo que más me duele es que sigo sin saber dónde está mi hija», ha reivindicado visiblemente emocionada.

La juez ha reservado los próximos dos días para preparar el objeto de veredicto, que se debatirá el lunes con las partes antes de ser entregado al jurado popular para que se retire a deliberar.

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