Un preso hiere a cinco funcionarios al ser puesto en libertad al grito de «a morir todos» en Alicante

Ha ocurrido a las 19.00 en el módulo 15 cuando el personal de servicio fue a comunicar al interno A. B. G que recogiera sus pertenencias para su salida definitiva. Ya había mostrado durante todo el día una actitud violenta con los trabajadores y una vez fuera de la celda ha lanzado un papel en el que amenazaba con «morir todos como en Esparta» a la vez que adoptó una posición desafiante, han relatado las mismas fuentes.

Cuando los funcionarios se han dirigido hacia él para conducirlo al espacio de ingresos, donde debe ser puesto en libertad, ha sacado entre sus ropas una botella de plástico prensada y con agua de manera que la ha convertido en un objeto cortante peligroso, y aunque han conseguido quitársela, entonces ha blandido una cuchara de plástico también afilada que ocultaba en sus pantalones y con la que ha intentado agredir a los trabajadores.

En el forcejeo, finalmente han controlado la situación con esas lesiones de diferente consideración sufridas por cinco funcionarios durante la refriega.

El interno, una vez excarcelado ha sido puesto a disposición de la Guardia Civil, sin embargo, la agresión sufrida por los trabajadores con grave riesgo para su integridad física, no tendrá, de oficio, el reconocimiento de atentado a la autoridad ya que, los empleados públicos penitenciarios siguen sin tener reconocida la condición de agentes de autoridad. «Una reivindicación que tanto desde ACAIP-UGT como desde CSIF hemos llevado al congreso donde ha tenido entrada en forma de dos proposiciones de ley del PSOE y del PP y que esperamos no quede aparcada como en la anterior legislatura y cuente con el apoyo de todas las fuerzas políticas», han subrayado.

«No es un hecho aislado la violencia que muestran los internos con los trabajadores penitenciario, estos cinco compañeros engrosan una escalofriante estadística de agresiones que en los últimos dos años han aumentado en más del 200% y ha llegado en 2023 a superar las 500 a nivel nacional», han denunciado.

Entre otros motivos, la «política buenista» llevada a cabo dentro de los centros está detrás de este aumento, a su juicio. «No se está realizando una clasificación y separación interior de los internos acorde a su perfil individual, sino que se aplican aspectos generales que no siempre son válidos una política quizás válida para el 85% de los internos pero que obvia a un número significativo de ellos, que son quienes protagonizan la mayor parte de los incidentes», han detallado.

En el centro Penitenciario de Alicante II, en concreto, la clasificación interior es «nefasta» y provoca situaciones de riesgo que son previsibles y, por lo tanto, evitables. Y «como ejemplo, la coincidencia de 24 presos argelinos en el mismo módulo, lo que propicia la formación de clanes de fuerza dentro del mismo, generando conflictividad con el resto de la población reclusa».