Los hechos ocurrieron de noche cuando las clientas de un bar de la localidad dieron aviso a la Policía Nacional, ya que sospechaban que podían haber sido grabadas dentro de los aseos. Manifestaron que habían encontrado un cuadro con un agujero y que detrás había un teléfono móvil que podía haberlas grabado.
Una patrulla de la Policía Nacional se personó en el establecimiento. Se recuperó el teléfono móvil que grababa el interior del aseo y el cuadro que había sido manipulado para esconder el terminal. Tras las primeras diligencias, se descubrió que el presunto autor de los hechos era uno de los trabajadores del establecimiento. Fue detenido inmediatamente en el mismo lugar de los hechos.
Durante la investigación que se realizó posteriormente, la Policía Nacional descubrió que el trabajador pudo instalar el terminal móvil el día anterior, ya que había utilizado el aseo femenino para cambiarse antes de comenzar su jornada laboral. Se pudo constatar que al menos fueron grabadas cinco mujeres, siendo dos de ellas las propias trabajadoras del establecimiento.
El detenido, que carecía de antecedentes, se le imputa el delito de descubrimiento y revelación de secretos. Fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Benidorm, quedando las diligencias abiertas para el descubrimiento de otras posibles víctimas.
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