Luis Senís, el cirujano regatista que navegó entre la gloria, el escándalo y las drogas

Tercero de la saga de médicos de los Luis Senís. El primero, su abuelo, fue considerado como uno de los mejores traumatólogos nacionales, perseguido por el franquismo y que supo reponerse años después hasta casarse y, fruto de este matrimonio, concebir al segundo de la trilogía de facultativos. Su hijo, también Luís, también médico, nombrado jefe de Cirugía General del Hospital de Castellón. Entre estos ejemplos, se forjó el tercero, siempre con el objetivo entre ceja y ceja de superarles como homenaje y obligación al legado de la familia.

Así, Luis Senís Segarra estudió la carrera de Medicina en la Universidad de Valencia y, entre 1998 y 2003, realizó el MIR en el Hospital La Fe, especializándose en cirugía maxilofacial. Con el paso de los años, se convirtió en todo un experto en cirugía estética facial, reconstructiva maxilofacial, oral, articulación temporomandibular e implantes dentales. Fundó su primera clínica y terminó vendiendo varias a un grupo empresarial, en cuya operación obtuvo una elevada cantidad de dinero con la que nutrió su fortuna.

«Su compromiso con la excelencia y su espíritu innovador lo llevaron a transformar la vida de muchos», recuerda la clínica que lideraba actualmente en el centro de la ciudad de Valencia. A toda esta idílica trayectoria profesional, reservada únicamente para los más ambiciosos y talentosos, pronto se le dio la vuelta para conocer su cara B. Los éxitos dieron paso a dos escándalos que hicieron tambalear su carrera e iniciar el descenso a los infiernos.

Antes de eso, en paralelo a su trabajo como cirujano, Senís también compartía y exprimía una afición deportiva heredada de su familia, sobre todo de su padre. La vela. Como regatista, llegó a coronarse campeón mundial de la clase Swan 45 y su barco, el Dr. Luis Senís, logró múltiples títulos importantes, incluyendo el The Nations Trophy Mediterranean League y el Trofeo SM la Reina. Un impresionante palmarés en vela de crucero.

Más allá de sus reconocimientos en la cirugía y la vela, la vida de Senís se torció tras divorciarse y obtener una ostentosa cifra por la venta de sus clínicas. En 2019, fue víctima de la difusión de un vídeo en el que aparecía manteniendo relaciones sexuales con una empleada -con la que entonces tenía una relación sentimental- en uno de los baños de su clínica.

Dos exparejas suyas reconocieron tres años después, en sede judicial, que se apoderaron de su teléfono y compartieron el vídeo tanto por grupos de Whatsapp del entorno laboral como en páginas webs con contenido erótico. Ambas fueron condenadas a 14 meses de prisión tras un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, por lo que no llegaron a entrar en la cárcel y se limitó al pago de una indemnización. Las imágenes se viralizaron con gran rapidez por toda España y el doctor, según argumentó su defensa, sufrió graves problemas psiquiátricos.

En paralelo, ese mismo 2019 en el que sufrió la filtración del vídeo, el cirujano maxilofacial fue detenido con medio kilo de cocaína en una mochila en plena calle en el distrito de Tránsits de Valencia. Por ello, fue condenado en 2021 a tres años de cárcel y al pago de una multa de 30.000 euros. Pena que recurrió tras alegar que la droga era para consumo propio y nunca para traficar con ella.

Años después de todo aquello, el cuerpo sin vida de Luis Senís fue hallado este pasado martes sobre las 22.00 horas en el parking de la plaza Juez Borrull de Castellón, conforme avanzó Mediterráneo. La principal hipótesis que manejan los investigadores apuntan al suicidio, aunque será la autopsia quien revele las causas de la trágica muerte.