La 'jugada maestra' de Page para enterrar el trasvase Tajo-Segura: exigir una reserva de agua mínima inédita en décadas

Se trata de la «lámina de agua» que reclama la Asociación de Municipios Ribereños del Tajo en el cambio de reglas de explotación del acueducto, tal como han difundido hace unos días, y cuentan con el respaldo del Ejecutivo del presidente socialista Emiliano García-Page, quien ya hace un lustro había planteado elevar de 400 a 800 hm3 ese umbral para cerrar el grifo, que ya se incrementó en su día desde 240

En estos momentos, según los últimos datos oficiales del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico difundidos en embalses.net, los pantanos de Entrepeñas y Buendía suman 1.013 hm3 con un leve incremento de tres en la última semana, a fecha del 14 de octubre.

Desde hace meses, acumulan un volumen récord en más de una década, ya que la media en ese periodo se situaba a la mitad del 60% y el 30% de su capacidad, respectivamente, tal como se sitúan en la actualidad.

En el histórico de la evolución de ese nivel hídrico, hay que remontarse a los primeros años de funcionamiento del acueducto, que arrancó en 1978, para encontrar excepcionalmente esos 1.200 hectómetros, por lo que si prospera la pretensión de los municipios ribereños del Tajo -con el respaldo del Gobierno autonómico de Page- de fijar ese umbral, los trasvases al Segura pasarán a la historia.

Eso, si no se consigue ya mermarlos a la mitad con la subida de los caudales ecológicos desde seis a 8,6 metros cúbicos por segundo en el cauce del río a su paso por Aranjuez, a partir de 2027.

Antes, no obstante, los regantes alicantinos, murcianos y almerienses tienen un paréntesis de espera antes de que pueda llevarse a cabo la primera de esas medidas, la modificación de las reglas de explotación, porque hay trasvases automáticos de 27 hectómetros cúbicos para octubre, noviembre y diciembre, además de obras de reparación y mantenimiento de la infraestructura al menos hasta abril de 2025.

Durante ese periodo, no se pueden variar estas normas que regulan las transferencias hídricas al sureste peninsular, a pesar de la presión de Page al Gobierno central para que actualice este reglamento cuanto antes.