Al punto
Unas primarias muy secundarias
«La que se presentaba como encarnizada batalla por suceder en la secretaría general del PSPV-PSOE a Ximo Puig, ha terminado en flatus vocis, expresión que traducida al valenciano más coloquial equivaldría a fum de canyot»
Pedro Sánchez, nuevo jefe de la oposición a Carlos Mazón
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Iniciar sesiónLa que se presentaba como encarnizada batalla por suceder en la secretaría general del PSPV-PSOE a Ximo Puig, ha terminado en flatus vocis, expresión que traducida al valenciano más coloquial equivaldría a fum de canyot. O sea, nada que no sea un ... ukase, que los aficionados a resolver crucigramas saben al dedillo que es un decreto del zar. Del zar Pedro I El Mentiroso, tal como a diario le moteja con sobrada razón Luis del Val desde la COPE.
Toda argumentación y encendida defensa en favor de la celebración de primarias, como en tantas ocasiones se han manifestado los dirigentes socialistas, y que permitieron al propio Pedro Sánchez hacerse con el poder en el PSOE frente a Susana Díaz en 2017, decae ante la posibilidad de que la militancia no vote en sintonía con lo que piensa y quiere quien manda en Ferraz, y lo hace con plenos poderes como nunca antes lo había tenido un secretario general del Partido Socialista.
Y así ha sucedido, como no podía ser de otra manera, conociendo cómo se las gasta Pedro Sánchez. Que habiendo decidido que su ungida era aquella que había decido uncir al carro del sanchismo, no era conveniente, y menos recomendable para su currículum, que nadie se interpusiese en su camino ni alterase los planes de quien cree haber dado en el centro de la diana de la renovación de la cúpula del socialismo valenciano. O sea, que las siglas del PSPV antepuestas a las del PSOE casi mejor que las envíen cuanto antes al baúl de los recuerdos dada la evidente falsedad que supone su mantenimiento.
Si lees las declaraciones, o escuchas sus manifestaciones radiofónicas, hechas tanto de Carlos Fernández Bielsa –frustrado candidato a la presidencia de la Diputación de Valencia y ahora también desbaratado aspirante a la secretaria general de su partido en la Comunidad Valenciana— como las del alicantino Alejandro Soler, sólo la militancia y nadie más que los militantes serían quienes decidirían el futuro del socialismo valenciano. Y lo reiteraron con no poca prosopopeya hasta la víspera de su renuncia.
En bastante menos que las horas veinticuatro, las que necesitaba Lope de Vega para llevar sus obras de las musas al teatro, ha resuelto la dirección del Partido Socialista dejar en nada la celebración de primarias, asegurándose Pedro Sánchez no cosechar otro fracaso – bien servido ha quedado con el desaire de los puigdemoníacos al no votar su Ley de la Amnistía-- cual hubiese sido que por deseo de la militancia su candidata, la ministra de… de.. si, si de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant Ripoll (Gandía, 1980) quedase apeada de la sucesión de Ximo Puig.
Pedro Sánchez, y es mérito que no se le debe discutir, ha conseguido que tantísimos militantes de su partido hayan mudado de opinión con la misma facilidad –incluso felicidad—con que lo han hecho en asuntos de capital importancia. Dejo a un lado el caso más llamativo, escandaloso y bochornoso de la amnistía, que de ser del todo imposible por anticonstitucional pasó a ser bendecida por Sánchez y sus corifeos que, además, la han elogiado a coro como un fantástico logro. Hasta ahora, que ya se verá.
Y lo mismo con las primarias socialistas, que presentadas y jaleadas como un logro de lo más democrático, frente a partidos que no las tenían en sus programas, han terminado siendo de los más secundarias por caprichosa decisión de Pedro Sánchez. Que, en este concreto caso, ha contado con la imprescindible colaboración del secretario de organización del Partido Socialista como lo es Santos Cerdán León, verdadero perro de presa, y no me refiero a su feroz anatomía que, en cualquier caso, impone respeto, sino al poder delegado sanchista que se le reconoce.
Algún colega periodista, de los que sigue estando día a día al pie del cañón informativo, desmigajará en ABC pormenores y detalles de la reunión en Ferraz como si hubiese estado en el mismo despacho que los reunidos y en el que se forzó a Carlos Fernández Bielsa y Alejandro Soler a tirar la toalla. Una abdicación que mal se compadece con todas sus declaraciones de semanas anteriores, y más concretamente en el último fin de semana, asegurando que mantendrían sus candidaturas sí o sí, porque la que decide es la militancia y solo la militancia, y que han terminado siendo no y no. ¿Primarias, me decía? Dejémoslo en secundarias, que con Sánchez las cosas han cambiado y la militancia que se limite a pagar las cuotas.
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