El IVAM amplia los horizontes de la modernidad artística a través de la obra del libanés Aref El Rayess

La directora del IVAM, Nuria Enguita, ha presentado este miércoles la exposición 'Aref El Rayess. Obras (1958-1978)', producida por el museo y comisariada por Catherine David.

Aref El Rayess era un artista «autodidacta», «nómada», con una «capacidad de observación espectacular» que «definió una forma de trabajar propia» y se alzó como un autor «muy importante por un concepto de arte antropológico, cultural y político que surge de la necesidad de contar una historia que le afecta y de su paso por un mundo lleno de conflicto» y «siempre una mirada comprometida hacia las clases populares», ha explicado Enguita.

El IVAM reúne 130 obras del artista y más de 300 documentos y fotografías para mostrar su variedad de imágenes. «No hay un estilo reconocible, cada sala parece que responde a un artista diferente», ha advertido la responsable del museo.

Aref El Rayess fue muy valorado en la cultura libanesa entre los años 1960 y 1980, pero tras morir en 2005 su obra ha permanecido fuera de los contextos del arte moderno hasta convertirse en un «completo desconocido» para el público internacional.

Enguita cree que esta invisibilidad «tiene que ver con los cursos de la historia», porque su obra nace «en un momento en que la vida cultural en Beirut y Bagdad era muy rica», pero a partir del año 67 las guerras sacuden Oriente Medio y, entre sus estragos, «entorpecen la vida cultural y política», provocan que muchas artistas se exilian y la «destrucción de canales de comunicación» y espacios.

La historiadora del arte y comisaria de exposiciones Catherine David topó con uno de sus cuadros «por casualidad» durante sus investigaciones. Con el propósito de «ampliar el horizonte de la modernidad hacia una más inclusiva», lleva varias décadas indagando en el arte contemporáneo de América Latina, el mundo árabe, India y China. Desde su primer encuentro con la obra del libanés, lleva más de diez años realizando un «trabajo de catalogación y pesquisa» para recuperar su obra.

Catherine David ha detallado, en un vídeo, que la exposición no presenta toda su obra, pero «sí varios momentos cruciales en su vida y en la vida de su país, Líbano, y hasta cierto punto del mundo de aquel tiempo».

«Por razones obvias que verán en la exposición, es un artista muy dotado, abierto y muy libre con los usos de los medios, con la iconografía. Un artista muy inventivo y que realmente siempre intentó enfrentarse con el mundo, con su momento, con la vida social, política y espiritual. Era un dandy y, hasta cierto punto, un libertario, una paradoja para un hombre que venía de una familia tradicional drusa», ha explicado la comisaria.

Catherine David ha destacado que «las paradojas son hasta cierto punto la marca de Rayess, tanto en las formas de su trabajo como en la manera en que vivió». «Es un perfil de artista que encarna lo moderno, si entendemos lo moderno como practicar un artecomprometido a todos los niveles del compromiso: formal, social, político, espiritual. Fue un artista total con todos los excesos, pero también con todos los sucesos que vemos en la exposición», ha comentado.

En la exposición se pueden ver dibujos del año 1958 a partir de una insurrección en las montañas drusas; autorretratos; arte abstracto con influencias de Fontana y el movimiento matérico italiano, fruto de sus estancias en Italia; piezas con figuras fantasmagóricas o paisajes desérticos; obras sobre las rebeliones en países árabes durante los años 60; cuadernos con sus pensamientos e ilustraciones; series de que representan las guerras con retratos de multitudes; sobre la mecanización de la vida moderna y la pérdida de invdividualidad, así como obras que reflexionan sobre los burdeles y «equiparan a las prostitutas con obreros masculinos», ha destacado Enguita.