Incendio Castellón: el fuego pierde fuerza en un momento crucial para controlarlo

Los equipos de extinción han conseguido reducir mucho las llamas y se concentran en refrescar y repasar el terreno para evitar reproducciones. Para ello se van a mantener los 500 medios terrestres y los 22 aéreos en los dos puntos que más preocupan: la zona de Fuente la Reina y la de Montán, en dirección a Montanejos. Durante la noche de este martes, los drones de la Unidad Militar de Emergencias seguirán detectando los puntos calientes para planificar la actuación de la jornada siguiente.

Cerca de 1.600 personas seguirán desalojadas de sus casas mientras no puede garantizarse su seguridad, aunque no se contemplan más evacuaciones. Actualmente, los municipios y pedanías afectadas son Fuente de la Reina, Puebla de Arenoso, La Monzona, Montanejos, Montán y Arañuel, Higueras, Pavías y Torralba. Y las pedanías desalojadas son Los Calpes, Los Cantos, La Monzona, La Alquería de Montanejos y La Artejuela y Villanueva de Viver.

«El riesgo sigue ahí», ha recordado la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, durante el último balance de la evolución del incendio que ha realizado a última hora del martes desde el Puesto de Mando Avanzado, ubicado en Barracas. Bravo ha agradecido la entrega de los efectivos de extinción.

La meteorología «ha dado una ventana de oportunidad», ha señalado, para estar preparados de cara al jueves, cuando volverá el viento de poniente, «mucho más adverso». Para esta noche se espera casi un 90% de humedad en la zona, con mínimas próximas a 5ºC. La previsión de Aemet para el miércoles apunta a una jornada algo más cálida que la anterior y con régimen de brisas del sur y sureste a partir de media mañana.

En una comparecencia anterior y preguntada por las causas que hacen que este incendio forestal vaya a cumplir una semana descontrolado, la consellera de Justicia apuntó a la concurrencia de factores «muy negativos». El principal de ellos, una meteorología «muy dura y extrema». Desde el sábado, las rachas de viento de poniente de hasta 50 kilómetros por hora activaron el fuego. Además, el lunes el cambio de dirección del mismo hizo que la cola del incendio se convirtiera en la cabeza.

Del mismo modo, Bravo ha subrayado que durante las primeras 48 horas no se pudieron atacar las llamas con medios terrestres al tratarse de una orografía muy agreste y con barrancos muy pronunciados.