Según ha adelantado el periódico Levante-EMV y ha podido confirmar ABC de fuentes oficiales, los hechos tuvieron lugar este pasado jueves 5 de octubre, cuando un estudiante de segundo de la ESO extrajo el arma de su mochila y la enseñó al resto de la clase. En ese momento, otro compañero la cogió y accidentalmente la accionó apuntando arriba.
Fruto del impacto y del sonido, el alumno se asustó y abandonó la clase corriendo hasta esconderse en el cuarto de baño, donde fue atendido por responsables del instituto ante el cuadro de ansiedad que estaba sufriendo después del suceso.
El personal docente y la dirección del centro educativo requirieron de la presencia del SAMU y de la Policía Local para atender al menor, al cual se ha sancionado junto a su compañero con la expulsión temporal y la apertura de un expediente disciplinario por entrar objetos peligrosos no autorizados a clase.
La Conselleria de Educación confirma a este periódico que tuvo de manera inmediata conocimiento del caso y que mostró su apoyo a la determinación que tuvo el instituto con un acontecimiento que generó tensión y miedo entre el resto de los alumnos que vieron y escucharon el disparo. No obstante, desde el centro avisan de que se quedó en un «hecho desafortunado sin más trascendencia», que se «ha quedado en una falsa alarma».
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