«Si eliges irte fuera, tienes que adaptarte al idioma»: guerra de enfermeras en las redes por el título de catalán

Entre las críticas con mayor repercusión a las que se ha enfrentado la enfermera del Hospital Vall d'Hebron se encuentra la de una compañera de profesión valenciana que trabaja desde hace cuatro años en Países Bajos. En su vídeo, también viralizado, esta sanitaria le replica aludiendo a que ella también se creció en una comunidad autónoma con dos idiomas cooficiales, situación que le llevó a aprender a expresarse en ambos con total soltura.

«Si vamos a trabajar en un sitio donde lo más importante es poder comunicarte con tu paciente, como es el caso de la enfermería, necesitas saber los idiomas oficiales», le contesta al comienzo del vídeo. Asimismo, relata que «hay muchísima gente, sobre todo personas mayores que no saben comunicarse bien en castellano, pero sí en valenciano o catalán» e incluso, «quien pudiendo comunicarse en ambos idiomas, eligen hacerlo en el que más cómodos o identificados se sienten».

Por ello, le recuerda a su homóloga que estos pacientes «tienen todo el derecho del mundo a hacerlo porque ambos son idiomas oficiales», en comparación a lo que le ocurrió al mudarse a Holanda, donde tuvo que aprender la lengua natal o, por ejemplo, saber inglés si cualquier español se mudara a Reino Unido.

«Si decides mudarte a un sitio diferente, ya sea a otra comunidad autónoma o a otro país, eres tú quien tiene que hacer el esfuerzo para adaptarte», subraya. «Si eso conlleva aprender un idioma, lo vas a tener que hacer. Si soy enfermera y quiero comunicarme con mis pacientes, soy yo la que tiene que hacer el esfuerzo para conseguirlo», añade esta sanitaria valenciana, cuyo vídeo cuenta con más de 430.000 visualizaciones.

«Si yo soy la que elige irse a otro país, soy yo la que tiene que hacer el esfuerzo de adaptarse de esa cultura y a su forma de vivir, y si no, pues no te vas», matiza. Al mismo tiempo, califica como «regla número uno para la convivencia» la adaptación al lugar y no al revés, ya que existen «cosas que no podemos cambiar y, además, no tenemos ningún derecho a hacerlo».