Detienen al preso que seguía huido tras fugarse con otro de la cárcel de Picassent en diciembre
El prófugo ha sido descubierto en una operación de la Guardia Civil por robos con violencia e intimidación
Detenidos dos jóvenes por robar donaciones para afectados por la dana en una entidad caritativa de Valencia

La Guardia Civil de Valencia ha detenido al preso que seguía en paradero desconocido de los dos que consiguieron escapar del Centro Penitenciario de Picassent el pasado 21 de diciembre.
El recluso, D.M., de 40 años, se encontraba entre los siete arrestados en el marco de la denominada 'Operación Valijas' que se ha llevado a cabo en la madrugada de este jueves y en la que se investigan al menos doce robos con violencia e intimidación, según fuentes de la Guardia Civil.
Su compañero en una huida de película, S.C., ya fue detenido el pasado 5 de febrero por la Policía Nacional. En esa ocasión, fueron los vecinos de una finca del municipio de Burjassot los que alertaron a los agentes de que un individuo estaba golpeando todas las puertas del edificio y entrando en algunas viviendas, alegando que era policía.
De hecho, llegó a esconderse debajo de la cama en un inmueble, donde fue reducido antes de ser trasladado a un hospital para que le asistieran. Al prófugo, de 44 años, le constaban en vigor seis reclamaciones judiciales, siendo una de ellas de ingreso en prisión.
Como ha venido informando ABC, lo dos presos se fugaron del centro penitenciario valenciano a las puertas de Navidad, mientras sus compañeros escuchaban en la radio el partido de fútbol que enfrentó al Barça con el Atlético de Madrid, lo que obligó a desplegar un fuerte dispositivo en el que se involucró a los distintos cuerpos de seguridad.
Ambos reclusos estaban en el recuento que se realizó a las 21 horas del 21 de diciembre en el módulo 2, el de los más conflictivos. Pero antes de la medianoche se les había perdido el rastro. En ese lapso de tiempo, arrancaron barrotes oxidados de la ventana de sus celdas contiguas, anudaron sábanas trenzadas y bolsas de basura para fabricar una especie de cuerda y se descolgaron por la pared.
El jaleo por el partido les permitió burlar la presencia de funcionarios en el interior de la prisión. Tampoco sonó ninguna alarma cuando estuvieron merodeando por el exterior. La puerta corredera que forzaron para salir del recinto carcelario -la entrada que se utiliza para gestionar mercancías- no tenía en esos momentos vigilancia. Los internos podrían haber utilizado material sustraído del gimnasio, una barra de levantamiento de pesas y unas mancuernas, para forzar tanto los barrotes como ese portón.
Instituciones Penitenciarias abrió su propia investigación interna. La de Picassent es la cárcel con más presos de España -más de 2.000- y el estado de las instalaciones y la falta de personal llevan años siendo objeto de crítica de los sindicatos.
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