Condenan a un profesor por pegar un arponazo a un alumno en un instituto de Valencia
La sentencia señala las «irregularidades» cometidas por el docente, que pidió a los menores a su cargo que mintieran sobre lo sucedido
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Imagen de archivo de un estudiante
El Juzgado de lo Penal número 8 de Valencia ha condenado a un profesor de un instituto de la localidad de Cullera por herir en la pierna con un arpón a uno de sus alumnos, de 14 años. El fallo impone al docente una ... multa de 1.800 euros como responsable de un delito de lesiones por imprudencia grave y contempla la atenuante de reparación del daño, pues el procesado ya ha indemnizado a la víctima con 3.000 euros.
No obstante y pese a la «dejación intolerable» cometida, la sentencia -avanzada por El Periódico de España y a la que ha tenido acceso ABC- no lo inhabilita para ejercer su profesión durante dos años, como solicitaba la familia del menor, pues la juez considera que «el resultado lesivo producido no deriva de una situación profesional concreta que permita proyectar la inhabilitación».
El ilícito no tuvo lugar «cuando el acusado se encontraba impartiendo sus funciones como profesor de Educación Física ni por cometer una imprudencia en el desarrollo de la misma, no hubo mala praxis», matiza.
Los hechos ocurrieron el 7 de octubre de 2020, cuando el tutor de un grupo de cuarto de la ESO salió del centro educativo con algunos alumnos -en la hora de tutoría y, por tanto, en horario escolar- y se dirigió al aparcamiento en el que tenía estacionado su coche «con el objeto de mostrarles lo que había pescado» en días anteriores.
Del maletero del vehículo, el profesor sacó un fusil de pesca submarina -«Cresi Sioux I de 50 cm»- sin licencia ni seguro que se disparó accidentalmente al creer que no estaba cargado.
El arpón impactó sobre la ingle derecha de uno de los menores que tenía enfrente y le provocó un corte que requirió «sutura mediante dos grapas y ocasionó cuarenta días de perjuicio básico, cinco de perjuicio moderado y un punto de secuela derivada del estrés post traumático leve».
El escrito judicial señala también que el docente cometió «diversas regularidades», más allá de salir del centro sin justificación y dejando al resto de alumnos solos sin vigilancia en el patio: trasladó al herido hasta el centro de salud en su coche particular, en lugar de llamar a una ambulancia como exige el protocolo, y pidió a los estudiantes que mintieran sobre lo ocurrido.
«No puede olvidarse que tras el incidente, pidió a los menores que faltaran a la verdad sobre lo sucedido y hasta que no se descubrió la realidad del percance, no pidió públicamente disculpas por los hechos ni habló con los progenitores en aras de reparar el daño causado», añade la magistrada.
El acusado reconoció los hechos durante el juicio. Justificó «su anómalo comportamiento en una insistencia de los menores en ver los artilugios de pesca que utilizaba, que en modo alguno ha sido probada», indica el fallo contra el que cabe recurso de apelación. Sin embargo, su versión difirió con la del resto de testigos en un detalle: aseguró que el arpón rebotó en el suelo antes de impactar en la pierna del alumno.
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