Cerca del 60% de las pisos en alquiler de la Comunidad Valenciana requiere más de un sueldo

Todo ello en un escenario en el que la oferta de alquiler habitual en territorio valenciano ha descendido un 37,8% desde la entrada en vigor de la Ley de Vivienda, mientras que la demanda ha aumentado en un 23,9%. Se acrecienta, por tanto, el desequilibrio entre oferta y demanda, ya que en noviembre de 2023 las inmobiliarias apuntaban a un descenso del 31,3% de viviendas de alquiler en el mercado y a un aumento del 14,9% de las personas interesadas en arrendar una vivienda.

Estas son las principales conclusiones del estudio realizado por la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) y la Asociación de Inmobiliarias de la Comunidad Valenciana (ASICVAL) sobre la evolución del alquiler de vivienda, un año después de la norma.

Según manifiestan las inmobiliarias valencianas, solo el 13,8% de los arrendatarios son personas solas. En este caso, el salario medio del arrendatario se sitúa en los 1.853,10 euros. El resto de los inquilinos son personas que comparten vivienda sin vínculos familiares (9,9%) y empresas (0,7%).

En cuanto a la edad, las personas que más alquilan vivienda en la Comunidad Valenciana tienen entre 30 y 40 años (77,2%), seguidas de las que tienen entre 40 y 50 años (12,9%), las que tienen entre 20 y 30 años (8,9%) y las que tienen entre 50 y 60 años (1%). La edad media de las personas arrendatarias en la Comunitat es de 35,5 años.

Respecto al motivo del alquiler, el 42,9% arrenda una vivienda por cambio de casa, el 28,2% por emancipación, el 13,5% vivienda por cuestiones profesionales temporales, el 9,6% por motivo de estudios y el 5,8% debido a otras causas.

Según las inmobiliarias valencianas, el precio medio más demandado para una vivienda de alquiler se sitúa en los 707,22 euros. Sin embargo, «esta no es la realidad del mercado», afirma la presidenta de ASICVAL, Nora García Donet, quien asegura que en capitales de provincia y municipios de más de 50.000 euros habitantes, las rentas superan generalmente los 900 euros».

«Una parte importante de la población está teniendo serios problemas para acceder a la vivienda mediante el alquiler, siendo los más jóvenes los más perjudicados. Si en el mejor de los casos, una persona que gana casi 1.900 € ya tiene que dedicar el 48,56% de sus ingresos mensuales al alquiler, para una que gana 1.200 e incluso 1.500 euros, resulta inasumible», lamenta la presidenta de ASICVAL. «Solo las parejas y las personas que se juntan para compartir piso, incluidas parejas, pueden permitirse las rentas que se solicitan hoy en día para alquilar una vivienda», añade.

Ante la actual emergencia habitacional, ASICVAL se suma a las reivindicaciones de FAI para reclamar más medidas que promuevan la incorporación de viviendas vacías al mercado de alquiler habitual, y para recuperar la confianza de los arrendadores que se han pasado a otros usos de alquiler, a causa del miedo y la incertidumbre por falta de seguridad jurídica e incentivos.