De CaixaBank y el Sabadell al Cola Cao y la Nocilla: las empresas con sede valenciana en el punto de mira de Puigdemont

El emblemático edificio del Banco de Valencia en pleno corazón financiero de la capital del Turia alberga desde el 6 de octubre de 2017 la sede de CaixaBank. La entidad fundada en Barcelona acordó el traslado de su domicilio social tras la consulta ilegal impulsada por los independentista en plena fuga de depósitos. Lo hizo para encontrar seguridad jurídica y estabilidad política.

La Caixa había adquirido por un euro en el año 2012 el rescatado Banco de Valencia, santo y seña de la burguesía local, por lo que no tuvo que buscar más allá del histórico inmueble de la calle Pintor Sorolla. La misma vía en la que años atrás tuvo su sede primero Bancaja y más tarde Bankia, absorbida en 2021 por CaixaBank.

Así las cosas, la valencianización de CaixaBank va más allá de un movimiento empresarial para esquivar los efectos nocivos de la deriva separatista.

Al margen de concentrar el 25 por ciento de su volumen de negocio en la región, los vínculos históricos con el Banco de Valencia y Bancaja en lo que es hoy la entidad financiera afianzan la plaza como domicilio social, más allá de que las sedes operativas se encuentren en Madrid y Barcelona.

A día de hoy, CaixaBank, presidida por el que fuera máximo ejecutivo de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, celebra en Valencia su Junta General de Accionistas y la capital del Turia alberga las presentaciones de resultados del banco.

El Sabadell emprendió en 2017 el mismo camino pero en su caso la entidad presidida por Josep Oliu se decantó por Alicante, debido a los vínculos con la extinta Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), que adquirió cinco años antes y también por el precio simbólico de un euro.

La Generalitat Valenciana, presidida por el popular Carlos Mazón, confía en que CaixaBank y el Sabadell mantengan sus domicilios sociales en la región pese a la maniobra de Junts per Catalunya para forzar al Gobierno para que apruebe una modificación legal para el retorno de las sedes a Barcelona.

Además de CaixaBank y el Sabadell, el Banco Mediolanum se sumó a las entidades financieras que optaron por establecerse en Valencia. En este caso en la calle Roger de Lauria.

De acuerdo con los datos facilitados por la Generalitat Valenciana, un total de 947 empresas catalanas trasladaron sus domicilios sociales a la región vecina. Al margen de los bancos, una de las más emblemáticas es Idilia Foods. La compañía que produce marcas como Cola Cao y Nocilla también optó por la capital del Turia, en este caso en la avenida de Aragón.

El efecto sede no resulta especialmente significativo a nivel fiscal, toda vez que el impuesto de Sociedades lo recauda la Agencia Tributaria, por lo que el impacto se reduce a tributos locales o autonómicos como los de Actos Jurídicos Documentados o el IBI.

En todo caso, la Generalitat Valenciana ha tendido la mano a estas empresas y pondrá en marcha «un plan de estabilización y apoyo» para que mantengan su sede. Al respecto, el propio Mazón ya ha mantenido con algunas de ellas «conversaciones muy fructíferas para su permanencia, desarrollo e incluso para la llegada de nuevas».