Solicitan una inspección «urgente» de la vieja Fe tras las denuncias por el trato a enfermos de coronavirus

El documento al que ha tenido acceso ABC, fechado el 1 de febrero, es el primero en el que se pide formalmente a la Generalitat, por parte de los sindicatos, que se tomen cartas en el asunto tras la denuncia pública, recogida en este periódico , de una familia que asegura que su padre murió en malas condiciones: «A nuestro padre le lavaron con agua fría y llegó a estar dos días sin comer, llamaba al telefonillo y no acudía nadie ».

La polémica salió a luz el sábado tras la difusión de un escrito anónimo que sostiene que en estas antiguas instalaciones reacondicionadas por la pandemia, los enfermos permanecen atados y los sanitarios encuentran muertos a los pacientes al entrar por la mañana en las habitaciones.

El PP llevó el asunto al Juzgado de Guardia para que la Fiscalía de Valencia investigue los hechos. También hizo lo propio ante la Sindicatura de Greuges -el equivalente al Defensor del Pueblo en la Comunidad Valenciana-, puesto que da credibilidad a las «condiciones inhumanas» que describe ese texto.

Aunque desde el Gobierno valenciano han calificado de «engañosas» las acusaciones anónimas , fuentes de la Conselleria de Sanidad han explicado a ABC, sobre el relato de la familia afectada, que no hay quejas ni denuncias formales al respecto. Un extremo que comparten desde el Colegio de Enfermería de Valencia. No obstante, aseguran desde la Generalitat, el Servicio de Atención e Información al Paciente (SAIP) se ha ofrecido para contactar con las hermanas Maeso y ponerse a su disposición.

Inciden, asimismo, en que se están habilitando todos los espacios posibles para primar la atención médica en plena tercera ola, aunque el hospital de campaña de La Fe sigue sin reabrirse tras tener que evacuar a una veintena de pacientes el 24 de enero por las fuertes rachas de viento. Las mismas fuentes señalan también que las bolsas de empleo están agotadas y, por tanto, las plantillas no se pueden ampliar.

Precisamente, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios pone de relieve en su escrito que la antigua escuela de enfermería se habilitó en un principio solo para pacientes leves o en fase de recuperación , con 166 camas y 173 profesionales. Sin embargo, dos meses después -el 12 de enero-, los criterios de derivación se modificaron sin previo aviso y se incluyó en los mismos a enfermos con dependencia severa y demencia con independencia de la evolución de su infección.

Pacientes calificados como «complejos», según el presidente provincial del sector de Sanidad de CSIF, Fernando García, pues se trata en su mayoría de mayores de 80 años que generan «mucha demanda asistencial» .

«No olvidemos que los profesionales lo están pasando fatal», recuerda García, que ha lamentado que la Conselleria, ante una «alarma» semejante no haya dado todavía una «respuesta contundente» , ofreciendo todo los datos de los ingresos que se han producido en el viejo hospital, así como la ratio por sanitario.