Así es el retrato de Rita Barberá para el Ayuntamiento de Valencia

El autor de la obra, Luis Massoni , ha presentado este martes la pintura encargada por el consistorio, que se expondrá junto al de los otros exprimeros ediles de la ciudad, justo en el pasillo que separa el despacho de Alcaldía y el Salón de Cristal en el edificio consistorial.

El retrato se incluyó en una partida de los Presupuestos municipales de 2018 -con un coste de 15.700 euros - y en principio debería haber sido entregado a la Administración local en diciembre del mismo año, pero Massoni pidió una prorroga ante el reto de realizar el encargo, teniendo en cuenta que, la persona en cuestión no podría posar para él y debería utilizar imágenes documentales.

Fue la familia de Barberá quien elegió al reconocido artista valenciano para que inmortalizara a la desaparecida tras su muerte. El protocolo marca que una vez el o la primer edil abandona el cargo, debe nombrar a una persona para que inmortalice su paso por la política municipal -la exnúmero tres del PP no lo hizo- y quede constancia de su labor en el Ayuntamiento.

Massoni ha explicado que no es el retrato más raro de su carrera. De hecho, lo ha calificado como un cuadro «muy ortodoxo».

El artista ha asegurado que no hay una voluntad de vanguardia , de ruptura ni de ser transgresor, aunque sí que ha querido ser original y se ha inspirado mucho en Picasso.

A su juicio, «substituir la imagen real» es «empobrecer» pero el pintor no ha tenido otra opción por las circunstancias sobrevenidas tras la muerte repentina de la exalcaldesa, que han llevado a alargar un proceso «difícil».

Para ayudarle en su búsqueda de la inspiración, Massoni ha contado con objetos personales de Barberá . Entre ellos, la vara de mando (con las anillas de oro por cada vez que fue reelegida) y un collar de perlas y uno de los conocidos vestidos rojos de la exprimera edil.

Barberá «tuvo mucho poder» y «de repente, cae en picado» desde «aquello del caloret». Eso se ha materializado en un cuadro que, a su vez, representa «un lugar que metaforiza la existencia humana, porque todo está de paso».

Detrás del retrato central de Barberá, en el que «Rita se asoma la balcón de su popularidad» , se vislumbra el Gernika. Debajo se agolpan diferentes imágenes de la exalcaldesa. Es, en definitiva para su autor, «una cronica con flashes distintos de su largo paso por el consistorio». La familia de la que fuera dirigente del PP se puso a llorar cuando lo vio: «Cómo le hubiera gustado a ella», le dijeron.

El cuadro incluye, además de varios trampantojos , un compás que simboliza la transformación urbana de Valencia, monedas que repasan las etapas de la Historia de Espana, naipes como símbolo del azar de la vida y un joyero de los años 50.