El recorte de gasto afecta a 228.000 funcionarios y 876.000 pensiones

Apenas unas horas después de que se produjera el anuncio del jefe del Ejecutivo, ya se registraron las primeras concentraciones convocadas por sindicatos. Por contra, la patronal autonómica Cierval aplaudió el plan de choque. La Generalitat, por su parte, atribuyó al Gobieno el aumento del déficit y preguntó si la medida afectará a los funcionarios de la Generalitat. De hecho, el grueso de estos trabajadores se concentra en la Generalitat -127.150-. Le siguen los Ayuntamientos -57.301 empleados-; la Administración General del Estado (38.129; y las universidades públicas (5.873 profesionales).

Zapatero también anunció en el Congreso la congelación de las pensiones para el próximo año. Una media especialmente dolorosa para los jubilados valencianos, que perciben un media de 712 euros mensuales, por debajo de la cifra del conjunto de España.

Otro de los recortes sociales pasará por la eliminación de la ayuda por el nacimiento de hijos. El denominado «cheque bebé» -dotado con 2.500 euros- benefició a unas 50.000 familias valencianas en 2008, último ejercicio del que se disponen cifras oficiales.

La cuarta pata del plan de choque auspiciado por Zapatero afectará a las inversiones del Estado, especialmente las dependientes del Ministerio de Fomento. El departamento que dirige José Blanco señaló ayer que las obras más avanzadas, como el AVE a Valencia, cuya inauguración está prevista para finales de año, no sufrirá retraso alguno. El AVE a Alicante, que en teoría debería funcionar en 2012, también podría salvarse de la quema, porque el desembolso principal ya está adjudicado. Peor suerte corre el AVE a Castellón.

El Gobierno preveía una inversión en la Comunidad Valenciana superior a los 2.133 millones para este año. Una cifra que sufrirá un severo recorte, todavía sin cuantificar, pero que podría afectar a infraestructuras claves.