Procesan a Consuelo Císcar por el fraude millonario en la compra de esculturas de Gerardo Rueda para el IVAM

Tanto Císcar como el ex director económico administrativo del museo Juan Carlos Lledó y el hijo y heredero del artista, José Luis Rueda, están al borde de ser juzgados por los delitos continuados de malversación de caudales públicos, prevaricación administrativa y falsedad en documento oficial.

A lo largo del auto de 109 páginas –al que ha tenido acceso ABC– la magistrada alude a varios correos electrónicos para concluir que los entonces dirigentes del museo eran plenamente conscientes de lo que compraban – las obras falsas fueron realizadas tras la muerte del artista en 1996 – y que estaban pagando por ello precios «desmesurados». Según la jueza, con estas prácticas se contribuyó al enriquecimiento de Rueda, que con las ventas y su intervención «directa» en la actividad del museo debido a su buena relación con Consuelo Císcar ganó casi tres millones de euros.

Prueba de ello es un email –aportado a la causa– dirigido a la responsable del área técnico artística Raquel Gutiérrez, en el que el director económico del instituto Juan Carlos Lledó califica de «inadmisible» la actitud de Rueda hacia la máxima dirigente del museo, con amenazas incluso de retirar o boicotear las muestras programadas si no se contrataba con personas o empresas concretas en 2007 .

«Hay que pararle los pies. Esto no es una empresa privada, hay normas de contratación que tenemos que cumplir», dice Lledó, aunque finalmente se plegó a las exigencias del hijo del escultor.

Meses después, envió otro correo a Gutiérrez: «Para que te diviertas en tu periodo de lactancia, entre teta y teta, te mando, los «horrores del IVAM» ». Lledó hacia referencia a un documento en el que se describen las diferentes irregularidades cometidas en la tramitación de las contrataciones del museo, que –según declaró Gutiérrez en fase de instruccción– nunca se ejecutaban sin el beneplácito de Císcar.

El auto, notificado este viernes, 4 de octubre, a las partes, emplaza a la Fiscalía y demás acusaciones a pedir la apertura de juicio oral , o el sobreseimiento de la causa, en el plazo de diez días.

Estas diligencias constituyen una de las tres piezas separadas del conocido como Caso IVAM. Una de ellas fue archivada y la otra, todavía investiga a «Rablaci», hijo de Císcar y Rafael Blasco -exconseller condenado por el desvio de fondos de cooperación–, por supuestamente usar los recursos del centro de artes que dirigió hasta 2014 su madre –también imputada– para promocionar su carrera artística.