Un informe interno de Podemos cuestiona seis casos de nepotismo tolerados por Montiel

El escrito, de seis páginas, ha sido elaborado por el secretario general de Podemos en la localidad valenciana de Alfafar, Germán Gil , y ya corre como la pólvora entre los militantes de la formación de los círculos en la región. El documento advierte de que «cuando la vara de medir no es la misma para todos, algo está fallando» .

El documento ha sido elaborado tras la defenestración de la concejal de Alicante Nerea Belmonte , expulsada del grupo municipal de Guanyar Alacant (unión de IU, Podemos y movimientos sociales) por adjudicar contratos menores a la empresa de comunicación de dos compañeros de partido. Belmonte ha pasado al grupo de no adscritos y le han sido retiradas las competencias, al negarse a entregar el acta. Tanto Montiel como la asamblea de Guanyar (a la que asistieron solo un tercio de sus delegados) consideraron que Belmonte había incumplido el código ético de la formación.

En el escrito, Gil considera que las medidas adoptadas contra Belmonte no persiguen salvaguardar el código ético de Podemos, sino que obedece a la «animadversión hacia esta compañera» por no tratarse de una persona «afín» a Montiel. Para ilustrar sus conclusiones, el dirigente de Podemos en Alfafar recoge seis casos que podrían incurrir en la misma vulneración del código que se atribuye a Belmonte, y que en cambio no han merecido reproche por parte del consejo ciudadano autonómico que dirige Montiel.

Esta militante, según el informe, es « próxima a Antonio Montiel , es él quien la mete en las listas del Consejo Ciudadano Municipal de Podem Ciutat de Valencia, del cual dimite conjuntamente con otros miembros el verano pasado». Se trata de la militante de Podemos e integrante de València en Comú (la marca municipal de la formación) que fue contratada en la fundación InnDEA , que depende del portavoz de València en Comú en el Consistorio, Jordi Peris. En el concurso de méritos, que exigía precisamente los que aportaba Sara Verdú, la valoración de esta aspirante dobló a las del resto de candidatos.

Se trata de un « miembro del Consejo Ciudadano Autonómico de Podemos CV, puesta por Antonio Montiel y actualmente subdirectora de Administración del IVAM ». Blanca Jiménez fue colocada como subdirectora general del Instituto Valenciano de Arte Moderno por el procedimiento de libre designación a finales de noviembre: de los seis participantes admitidos, Blanca Jiménez fue la elegida para un puesto que es el grupo A y nivel 30.

Es «integrante de València en Comú y ahora director de la fundación InnDEA» , la misma que contrató a Sara Verdú. Monterde formó parte de la candidatura de València en Comú sin obtener acta de concejal, y la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Valencia lo nombró director de la Fundación InnDEA a mediados de octubre.

Ortiz fue «puesta en el Consejo Ciudadano Municipal de Ciudad de Valencia por Montiel», según el informe de Gil, y luego «dimitió en una dimisión conjunta del CCM de Podemos Valencia en lo que parece ser que era una estrategia contra el CCM y ahora está contratada como secretaria del grupo municipal de València en Comú», un puesto de libre designación.

Según el informe, se trata de una persona «próxima a Antonio Montiel, es Montiel quien lo mete en el Consejo Autonómico y en la lista de Claro que Podemos para la candidatura a Les Corts». La Concejalía que dirige Peris ha contratado a la firma de Gorria, una empresa de comunicación, para dos servicios menores que se han facturado sin concurso previo . Es decir, el mismo caso por el que a Nerea Belmonte se la ha defenestrado en Alicante.

El hermano de la portavoz adjunta de Podemos en las Cortes Valencianas, Fabiola Meco, ha protagonizado a juicio del autor del informe «un caso grave de nepotismo , y en vez de reconocerlo y solucionarlo parece que se espera a que amaine el vendaval y a que todo siga igual». El informe llama la atención sobre el hecho de que Meco obtuviera la máxima puntuación para un puesto administrativo en la sede del partido, en categorías donde otros aspirantes aportaban mayores méritos, según Gil.

El autor del informe señala que «no pongo en entredicho (menos en el último caso) la preparación de las personas a las que se hace mención, ni si se merecen tal puesto o no, ni el modo de contratación, ya que me falta mucha información». No obstante, «denuncio la evidente falta de rigor de las declaraciones y exigencias ante unas contrataciones y otras contrataciones totalmente legales en Alicante», en alusión al caso de Belmonte, «donde inmediatamente y sin resolución del comité de Garantías se hacen declaraciones incendiarias en los medios, perjudicando así la imagen del partido».

Gil incorpora al final del documento una imagen extraída de las redes sociales (reproducida más arriba en este mismo artículo) donde se puede ver a Montiel compartiendo una reunión de trabajo de la revista EINES con varios de los aludidos por el informe en julio de 2010 , antes de que todos ellos desembarcasen en la formación morada. Una imagen que pretende rebatir a aquellos a los que «se les ocurra decir que no hay relación alguna entre estas personas».