Denuncian el abandono de un hombre autista tras ser expulsado de un autobús de la EMT en Valencia

Los hechos ocurrieron el pasado 14 de marzo en los alrededores de la Avenida del Cid. Eduardo, de 36 años, viajaba en un autobús de la línea 93 cuando un pasajero se molestó por las estereotipias -los movimientos repetitivos y sonidos que emite de forma involuntaria- y se lo comunicó al chófer, que «le mandó callar y le amenazó con expulsarlo del vehículo».

Siguiendo con el relato de la plataforma, a los pocos minutos se presentaron dos agentes de la Policía Local a petición del conductor y obligaron al hombre a bajar del autobús. «Una vez en la calle los agentes le cachearon y le interrogaron , para después abandonarlo a su suerte en un sitio desconocido».

«Eduardo se quedó en la calle muy nervioso y confundido por todo lo ocurrido», pero pudo llegar a su casa «en estado de shock» . De hecho, su familia, que no entiende que ni los policías ni ningún usuario se percatara de que estaban tratando con un enfermo.

«Desde ese día no se atreve a salir solo de casa», aseguran sus parientes, que se han visto obligados a subirle la dosis de medicación a Eduardo, puesto que este incidente le ha acarreado «graves trastornos, especialmente de sueño y comportamiento» .

«Lo ocurrido es un ejemplo más del desconocimiento que hay en la sociedad sobre el autismo y otros trastornos mentales, y por tanto la falta de empatía y habilidades para comprender y ayudar a este colectivo», ha explicado en un comunicado el portavoz de la entidad, Alejandro Amblar.

«Desde la Plataforma lamentamos lo ocurrido y queremos recordar que los cuerpos y fuerzas de seguridad están obligados a conocer, y utilizar, protocolos específicos para tratar a personas diagnosticadas con TEA. Confiamos que se abra una investigación tanto en la EMT por la actuación del conductor como en la Policía Local de Valencia», ha apuntado.

Fuentes de la EMT aseguran a ABC que la compañía va a estudiar la queja presentada ante la Oficina de Atención a la Ciudadanía. En cualquier caso, explican, el chófer activó el protocolo tras recibir la queja de unas pasajeras y dejó el asunto en manos de la Policía.

Por su parte, fuentes del cuerpo municipal explican que van a recabar información sobre este suceso para investigarlo ante la gravedad del mismo.