Los agentes del Equipo Central de Inspecciones Oculares (ECIO) de la Guardia Civil ha hallado nuevas muestras de restos de sangre en el asiento del copiloto del coche -un Opel Corsa- de Miguel Ricart, único condenado en el triple asesinato de las ... niñas de Alcàsser en 1993.
Según adelanta el diario Las Provincias , dichos indicios forenses podrían constituir las únicas pruebas genéticas de que las víctimas, Toñi, Míriam y Desirée se subieron al vehículo de Ricart, en el que según su confesión, su compañero y amigo Antonio Anglés golpeó a una de ellas con la culata de su pistola cuando pidió auxilio.
Así, de acuerdo con las pesquisas policiales, se han encontrado muestras de sangre en el respaldo del asiento del copiloto , tanto en la parte frontal como en la trasera, después de analizar el resultado positivo del dispositivo reactivo utilizado.
[¿Qué pasó desde la desaparición de las niñas de Alcàsser hasta el hallazgo de sus cadáveres el 27 de enero de 1993?]
Pese a que las siguientes pruebas llevadas a cabo en el Departamento de Criminalística de la Benemérita no certificaron el hallazgo de restos biológicos, sus especialistas consideran a que esta anomalía se debe a la acción de los rayos ultravioletas durante tres décadas y la nula cantidad de ADN que poseen las muestras.
No obstante, las nuevas pruebas toman peso en la investigación al coincidir exactamente con la posición donde Ricart declaró que Anglés golpeó a Toñi. Así, según afirma el perito judicial y presidente de una de las asociaciones que ejerce de acusación popular, Félix Ríos, este descubrimiento puede suponer « el primer avance forense del caso en casi treinta años ».
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