Condenan a tres hombres acusados de cometer una violación grupal a una prostituta en Valencia

De acuerdo con los hechos probados y acontecidos en marzo de 2021, uno de los acusados invitó a varios amigos a una vivienda propiedad de su tía en la ciudad de Valencia. En torno a las cuatro de la mañana, contactó por WhatsApp con una prostituta para contratar sus servicios.

Una vez la mujer llegó al piso, tan solo quince minutos después, entró al salón donde vio al hombre con dos amigos. Este le dijo que «se la iba a chupar a los tres» y «además gratis» , a lo que la víctima se negó.

El primer encausado reaccionó de forma violenta y le dijo que «era una puta» y que «a él no le iba a pasar nada porque era policía». Entonces, l e pidió a uno de sus amigos que inmovilizara a la mujer cogiéndola de los brazos por detrás mientras que el segundo le colocaba un trozo de cinta americana en la boca.

Tras retirarle la tira de cinta, le dijo que «tenía que hacer su trabajo y que no gritara o la mataría», pidiendo ella que le dejaran llamar a una de sus compañeras para tranquilizarla. En dicha comunicación, la víctima utilizó diferentes claves para mostrar que en realidad estaba en peligro.

Al acabar la conversación, uno de los hombres le arrebató el teléfono y la empujó haciendo que se sentara en un sillón. Acto seguido, se bajó los pantalones e introdujo su pene en la boca de la víctima mientras le sujetaba la cabeza « diciéndole que hiciera su trabajo ».

Momentos después, dos personas que se habían quedado a dormir en el piso tras pasar la noche de fiesta discutieron con los tres acusados recriminándoles su actitud. Una vez se marchó esta pareja de la vivienda, el principal sospechoso comenzó a golpear las paredes y varios muebles con un puño americano, lo que aprovechó la víctima para salir corriendo y llamar a la policía .

El magistrado de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado al principal encausado a trece años de cárcel por un delito de agresión sexual y a otros dos como responsable de un delito de tenencia de arma prohibica, así como la prohición de acercarse a menos de 300 metros de la víctima durante los próximos catorce años.

El resto de acusados han sido considerados como cooperadores necesarios del delito de agresión sexual. A uno de ellos se le ha impuesto una pena de siete años de prisión por sujetar a la víctima por los brazos e impedir que se marchara, y al otro seis años y seis meses por estar presente, ya que colaboró a crear «un clima de intimidación ambiental que buscaba doblegar la voluntad de la mujer».