El caso de EsLife: la urgencia de regular la economía colaborativa

La falta de supervisión por parte de EsLife sobre la situación fiscal de los limpiadores profesionales –o la incapacidad para comprobar que éstos cumplían con sus obligaciones con la Seguridad Social- ha derivado en el cierre de la empresa valenciana tras una inspección de Trabajo que se produjo hace dos meses. Según la web especializada Novobrief, la intervención se produjo cuando estaba a punto de recaudar otros dos millones de euros adicionales de otros inversores. Habían conseguido captar miles de clientes en toda España, posicionándose como líder de un sector emergente el que también compiten empresas como GetYourHero o Wayook.

A través del blog de la compañía, el CEO Richard García anunciaba el cierre de la actividad a partir del 30 de noviembre sin hacer alusión directa a la citada Inspección de Trabajo. “Juntos hemos sido capaces de lograr cosas increíbles, pero cuando comenzamos nuestra andadura ya sabíamos que ser innovador y disruptivo tendría sus riesgos ”, rezaba el comunicado.

La noticia ha puesto de nuevo el foco en las incertidumbres legales que rodean a los proyectos de economía colaborativa , basados en intercambiar o compartir bienes o servicios a través de plataformas digitales. Las nuevas tecnologías han dado pie a una nueva concepción del consumo y el emprendimiento que en gran medida debe su éxito a su capacidad para resolver ineficiencias o a mejorar la oferta de los mercados tradicionales. Sin embargo, muchas de estas start-ups son enormemente disruptivas cuando entran a competir en un sector donde operan empresas convencionales que sí están sujetas a una regulación clara . Dos ejemplos claros de ello son Uber (competencia directa del sector del taxi) y Airbnb (cuya irrupción en el mercado supone una confrontación a los intereses de los hoteles o las empresas oficiales de arrendamiento de vivienda ).

En el caso concreto de EsLife, el principal problema radica en las dudas acerca de si el carácter intermediario de la empresa exige o no la contratación de los profesionales incluidos en la plataforma , o si es suficiente con que éstos sean autónomos.

Mientras se esperan las recomendaciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre la regulación de la economía colaborativa, muchas son las preguntas que preocupan tanto a nuevos como a viejos emprendedores. Al trabajar en el mismo sector, pero con obligaciones fiscales diferentes , ¿se incurre en competencia desleal? ¿Bajo qué legislación laboral debe regirse la actividad de este tipo de empresas intermediarias? De su respuesta depende la viabilidad de muchas empresas emergentes y su potencial para seguir recabando financiación de los inversores.