Que el partido nacionalista que bajo la batuta de Jordi Pujol y Artur Mas gobernó Cataluña durante más de dos décadas se financió ilegalmente a base de «mordidas» ilegales no es solo una sospecha. Lo acreditó ya la sentencia del caso del Palau – ... pendiente de su inminente revisión en el Supremo–, que condenó al extesorero convergente Daniel Osàcar. Y ahora, la investigación del caso 3 % que instruye en la Audiencia Nacional, apunta a que estos pagos irregulares de empresarios al partido por la puerta de atrás para onseguir adjudiaciones de obras públicas desde las instituciones que controlaba Convergència eran práctica habitual.
El último indicio en este sentido es una grabación, adelantada hoy sábado por El Periódico de Catalunya y que forma parte de la investigación, en el que el ‘mano derecha’ de Mas en Convergència, Germà Gordó, deja entrever que el partido se financiaba ilegalmente.
« Cada vez que te presentes a alguna cosa (concurso público), me vienes a ver y yo hablaré con el secretario general correspondiente, con el departamento correspondiente, explicó Gordó al empresario y proveedor de Convergència Joan Manuel Parra en una reunión en el 17 de octubre de 2011 en la sede del partido, entonces ubicada en la barcelonesa calle Calàbria.
Fue el propio Parra quien grabó esa conversación con Gordó, entonces secretario del Govern de Artur Mas, quien luego le nombraría consejero de Justicia de la Generalitat. El empresario reclamaba una deuda a la formación nacionalista por el montaje de la infraestructura de los mítines del partido en la campaña de las elecciones autonómicas de 2010.
En esa misma conversación, que ya está en poder del juez, hablan también de un almuerzo que habían mantenido con David Madí –ideólogo de la deriva independentista de Convergència y constructor de la figura política de Mas–, donde se comprometían a ayudarle dándole obras públicas desde la Generalitat. «Me vendisteis muy bien la moto de que realmente si llegábamos al Govern sería la hostia» , le recordaba Parra a Gordó. Hacía un año que Convergència, de la mano de Mas, había recuperado el Govern para el nacionalismo conservador.
En la grabación aluden también a que Gordó le había enviado a un empresario del audiovisual que trabajaba para TV3 para pagarle servicios que en realidad había hecho para el partido . Hoy sábado, Gordó no ha puesto en duda que sea él quien aparece en la grabación. Se ha limitado a decir a través de su cuenta de Twitter que no recuerda « ninguna conversación en este sentido» , y que esa reunión «no consta» en la agenda que él aportó al juzgado.
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