«En una situación normal (la resolución) sería enviada al poder judicial, porque afecta a los derechos fundamentales de los ciudadanos, pero tenemos un real decreto que obliga a pasar cualquier resolución del coronavirus por el Gobierno de España», ha aseverado Buch antes de lamentar que Pedro Sánchez haya optado «para subordinar y no colaborar». «Espero que para el Gobierno prevalga la salud de los catalanes antes que otros intereses», ha añadido el consejero de Interior.
«No es la hora de proclamas patrióticas, es la hora de tomar medidas reales y efectivas como ha hecho el Govern; que el Gobierno autorice esta resolución» , ha resaltado Buch en una rueda de prensa telemática. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ya hizo este pasado domingo un llamamiento a los catalanes a «autoconfinarse», una petición que este lunes se ha plasmado en este decreto del Govern firmado por el consejero Miquel Buch y la titular de Salud, Alba Vergès.
Medidas drásticas
El confinamiento general por el Covid-19 diseñado por el ejecutivo catalán es una vuelta de tuerca más a las medidas anunciadas hasta ahora. Según ha explicado Buch, las medidas incluyen «ordenar» el confinamiento doméstico de toda la población -a excepción de quienes trabajen en suministro de alimentos, limpieza, hospitales, funerarias, gasolineras, seguridad, centros logísticos, rádio y televisión-. Se podrá seguir saliendo a comprar medicinas y comida, pero no se podrá ir en grupo por la calle, excepto si se va con menores o discapacitados. Los transportes se reducirán drásticamente con un cierre de líneas y servicios y se deja sin efecto el aislamiento de Igualada.
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