El consejero lleva a sus hijas a un colegio que no aplica la inmersión

Según informó este viernes 'El Confidencial', Gonzàlez-Cambray lleva a sus hijas a un centro concertado que, si bien tiene un carácter catalanista en su ideario, no da el cien por cien de las asignaturas en catalán y, además, hace gala del plurilingüismo en el día a día. Así, Matemáticas, Ciencias y Medio Social se ofertan en español e inglés en función del curso.

Esta disonancia entre la exigencia al cumplimiento de la inmersión, sobre todo para las escuelas públicas, que están bajo un control más estricto de la consejería que los centros concertados, y la oportunidad de sortear este sistema escolar, también es práctica habitual de otros líderes independentistas como el mismo presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y la portavoz del Govern, Patrícia Plaja.

Esto no será óbice para que el Govern catalán en pleno, así como los dirigentes de Òmnium Cultural, la Assemblea Nacional Catalana y, entre otros, los sindicatos CC.OO y UGT, participen esta mañana en una concentración a las puertas del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) para protestar –y presionar– por la sentencia de diciembre de 2020 –ratificada en noviembre por el Tribunal Supremo– que fija el 25 por ciento de las asignaturas, al menos, en español y catalán en todas las escuelas de la región para cumplir así con las leyes.

Mientras tanto, desde la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) se respondió al anuncio de Aragonès, de poner a los inspectores a controlar el uso de las lenguas en las aulas y enviar «profesores de refuerzo» en las clases «afectadas» por las sentencias, con una carta al Parlamento Europeo señalando que el Govern intenta «coaccionar a los alumnos» y solicitando «ayuda» a los eurodiputados.