El Gobierno llama a la calma para evitar más choques por culpa de los lazos y las cruces amarillas

Está en juego la convivencia ciudadana. Millo reclama a los alcaldes que mantengan la neutralidad de los espacios públicos de los que son competentes y responsables porque «son de todos». Para Millo está en juego la convivencia . Sin dar nombres, hace responsables a algunos alcaldes de los últimos enfrentamientos entre vecinos por haber permitido esta propaganda en forma de lazos y cruces amarillas: «El incumplimiento de esta objetividad y neutralidad en la ocupación de determinados espacios públicos ha producido, en algunos casos, una ruptura de la convivencia».

Calles, plazas, fachadas de edificios públicos y hasta algunas playas se han inundado en las últimas semanas de símbolos en defensa de los políticos independentistas encarcelados. Grupos de signo contrario se han organizado para retirar esta propaganda de los espacios públicos. Este choque ideológico se tradujo, en algunos casos, en enfrentamientos entre vecinos, como el registrado el lunes en una playa de Canet de Mar (Barcelona) a propósito de unas cruces en defensa de los políticos presos. El enfrentamiento en el arenal se produjo a primera hora de la tarde. Los Mossos identificaron a cuatro miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR), que impulsaron la colocación de las cruces amarillas.

Por su parte, la Policía Local tomó los datos de otras trece personas, del grupo que se dedicó a arrancar los símbolos. Al cierre de esta edición no se había presentado ninguna denuncia, aunque el Ayuntamiento estudia presentar una demanda contra los agresores, según explicó la alcaldesa, Blanca Arbell (ERC) . Aseguran que hay tres heridos leves del grupo independentista.

La alcaldesa, independentista, no comulga con la postura del delegado del Gobierno. Considera que en la playa de Canet hay espacio suficiente para que haya cruces en apoyo a los políticos presos y para cualquier otra expresión política, siempre que se haga de forma pacífica. Para la alcaldesa, el grupo que arrancó las cruces -autodenominados «Els Segadors del Maresme» - son unos «ultras» que «campan con impunidad» y «buscan la confrontación».

Un portavoz de «Els Segadors del Maresme» dio a ABC una versión distinta. Dicen que fueron ellos los agredidos por miembros de los CDR. Defienden que su objetivo no es otro que limpiar de esta simbología los lugares públicos «ante la dejadez» de los ayuntamientos en esta materia. Aseguran, finalmente, que tienen «la conciencia tranquila» .