Baiget, consejero de la Generalitat, reconoce que el referéndum será un 9-N y teme por su patrimonio

En una entrevista para el diario regional «El Punt Avui», Baiget, además de reconocer las dificultades de llevar a cabo una consulta ilegal, ha reconocido que teme por su patrimonio familiar ante posibles acciones judiciales, en caso de desobedecer a los tribunales.

El consejero ha sembrado dudas sobre la posibilidad de celebrar un referéndum como tal y, además, ha destacado que «una parte» del gobierno autonómico, en la que él se incluye, no está «en el núcleo duro de las decisiones» del 1-O: «Y esto genera lo que genera», ha añadido.

Baiget ha recordado que no hay que «menospreciar» al Estado, que «tiene tanta fuerza que probablemente no podremos hacer el referéndum», ya que al «minuto 1» de aprobar la ley de referéndum llegará «la suspensión».

«Irán tan en contra (desde el Gobierno) que quizás tendremos que hacer una cosa diferente , y alguna cosa diferente se puede parecer a un 9-N», ha remarcado el consejero autonómico.

En este sentido, lo «único» que podría diferenciar las dos consultas es que «en lugar de dos millones -como en 2014 y todos independentistas menos cien mil personas- vayan a votar cuatro millones de personas».

Ante las posibles acciones judiciales, como las que ya se llevaron a cabo contra Mas, Homs, Ortega y Rigau, por desobedecer al TC, Baiget ha afirmado que podría «aguantar tener que ir a prisión», pero no si «van contra el patrimonio» , ya que afectaría a su familia, al tiempo que admite que siente «respeto» cuando firma un requerimiento judicial.

Baiget, hombre próximo al expresidente autonómico Artur Mas, ha destacado que Puigdemont es «mucho más explosivo» que su antecesor en la Presidencia de la Generalitat y, aunque «conecta con la gente», a la hora de trabajar es «mucho más distante».

También critica la idea de la CUP de convocar una huelga general, en caso de no poder llevar a cabo el referéndum ilegal, pues «el país no lo aguantaría y pensar que sí es no conocer el país», al tiempo que remarca que el modelo de los antisistema no coincide «en nada» con el suyo.

Las reacciones desde el independentismo no han tardado mucho en aparecer. La presidenta de la CUP en el Parlament, Mireia Boya, ha pedido a Jordi Baiget que se "aparte" del Govern si teme por su patrimonio ante posibles acciones judiciales por el referéndum del 1-O.

« Aquel conseller que piense que el 1 de octubre será un 9N y tenga miedos patrimoniales debería apartarse. Sin más excusas ni dilaciones. Responsablemente», ha afirmado Boya. La diputada se ha preguntado si el Govern puede actuar «sin fisuras, sin estrategias alternativas y colegiadamente» o si en cambio tendrán que «aguantar la duda desmovilizadora». EFE

Por su parte, el diputado de la CUP Benet Salellas ha sugerido también el cese del conseller Jordi Baiget y ha declarado que cualquier persona del Govern que no esté comprometida con la «voluntad» de hacer el referéndum de independencia debe «apartarse». A las puertas de la Ciudad Judicial, en donde debían declarar tres miembros de Arran tras negarse a acudir a una cita judicial por la ocupación de la sede del PPC, Salellas ha explicado que el Govern no puede «tener problemas en casa» en «un momento histórico» y ha invitado al conseller Baiget a dejar paso a «otra gente que tenga capacidad para defender» el referendo soberanista.

El portavoz de ERC, Sergi Sabrià, ha afirmado poer su parte que los temores de Baiget sobre el referéndum «son lícitos pero no pueden congelar» el 1-O. «Pero tenemos que hacerlo con el convencimiento de que lo que hacemos es bueno para el país por encima de los riesgos personales», ha dicho después de que Baiget afirmara que el Estado tiene capacidad para impedir el referéndum.

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, comparte también que el referéndum no se podrá celebrar, palabras que ha calificado de «realidad» y no de una «mera opinión».