Aragonès, satisfecho tras su primer año de mandato, con el 25% de español y la mesa de diálogo como principales retos

Aragonès, acompañado por el vicepresidente de la Generalitat y líder de Junts en el Govern, Jordi Puigneró, ha llevado a cabo ante la prensa un breve balance del primer año de gobierno de coalición, marcado por el final de la pandemia del Covid-19 y el inicio de la guerra de Ucrania, que aún continúa. Sin embargo, la actualidad ha marcado la intervención del 'president' ante los medios, tras la celebración de la reunión semanal del Govern.

Así, el presidente de la Generalitat ha vuelto a criticar la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que ordena a que se imparta en todo el sistema educativo, al menos, una asignatura troncal en español. Una decisión que para Aragonès está cargada de «planteamientos ideológicos» y cuya respuesta llegará, en su opinión, mediante una norma parlamentaria, que están ultimando PSC, ERC, Junts y los comunes, y un decreto-ley del Govern, con el objetivo de burlar la orden del TSJC.

Por otro lado, sobre la mesa de diálogo con el Gobierno de Pedro Sánchez, el 'president' ha insistido en que es el Ejecutivo quien tiene que moverse «para recuperar la confianza tras el espionaje» y que debe ir en la dirección de mayor «transparencia», asunción de «responsabilidades» y «garantías de no repetición». Tres aspectos imprescindibles para que el diálogo avance. «No buscamos una fotografía, buscamos contenidos, medidas», ha reiterado.

En relación a la cuestión de confianza a la que el presidente autonómico debería someterse para cumplir el pacto de investidura con la CUP, Aragonès ha dejado claro que no se producirá, ya que, en su opinión, el pacto con la CUP se rompió cuando los antisistema no votaron a favor de las cuentas autonómicas de 2022, que ERC y Junts acabaron por pactar con los comunes. «No hace falta aportar dosis de inestabilidad», ha añadido.

El Govern catalán ha evaluado las 782 medidas y las 702 submedidas que contiene el plan de gobierno asignándole un estado de ejecución: 'no iniciada', que otorga un 0%; 'planificación y tareas preliminares' (10%); 'inicio de ejecución' (25%); 'ejecución en pleno desarrollo' (40-60%); 'ejecución avanzada' (80%), y 'finalizada' (100%). Según estas puntuaciones, el Govern asegura que el cumplimiento es del 33,88%.